Martes trece,
y tú no estás.
Hoy es ese día que no puedo dejar de pensarte,
pensarnos.
(Y hoy son todos los días)
Y joder, que bonitos tus labios
bailando con los míos.
Que nosotras éramos la suerte de los martes trece...
Cuando éramos nosotras y no por separado.
Eres el vértigo de la altura y la adrenalina de saltar.
Eres vida,
pero puedes matar.
Tendré que ponerme un cartel de:
"Pisar con cuidado, todavía duele".
No sé ni de metáforas ni de símiles,
porque no hay nada que me apetezca más que
desgarrarme el corazón
diciéndote
que te quiero.