Apagando las luces de la habitación
anclada al recuerdo,
y ya no sé,
si es cura
o perdición.
He hablado conmigo de ti,
me he echado las culpas,
he recogido mi orgullo del suelo,
le he pegado una patada
y le he exigido volver a vernos.
Tenerte a centímetros,
qué digo,
demasiada escala para tan poca noche.
Te veo y aparece mi sexo sentido.
Seré concisa: déjame respirar desde tu boca.
Me falta que me mires,
porque no sé para quien ponerme guapa.
Yo, que nunca fui musa
pero si sumisa
y tú sabes que con un
"ven"
me tienes tocándote la puerta de ese corazoncito.
¿Y si quedamos para hacer el amor?
Después, prometo seguir olvidándote.
Haré como siempre;
fingiré que puedo vivir sin ti
ignoraré mil ojos que me miren con la salvación en sus pupilas,
porque esos mediocres no entienden que la única cuerda que me puede salvar
eres tú.
Y de mientras yo saltando en la cuerda floja
rompiendome en carcajadas mientras brotan mis lágrimas.
