Tengo problemas de fonética desde
que tus orgasmos no son la banda sonora
de mi métrica.
Amor era hablar de todas las constelaciones que habitaban en su cuerpo.
Poesía era verla sonreír y que su razón tuviera algo que ver conmigo.
"No vuelvas a enamorarte , hazme caso" le susurra la cabeza al corazón.
Jamás pensé que acabaría tocándome con tus recuerdos
para acabar llorando.
Porque a veces amar conlleva a eso,
a saltar a un vacío que tiene capacidad de
matarte
o
llenarte.
Que de lo que yo hablaba era de abrazarnos a deshoras,
de comernos la vida,
o a nosotras.
Que yo quería desabrocharte el sujetador,
no desengancharte de mi vida.
Que yo deseaba que me gritaras,
pero debajo de las sábanas...
Y ahora tengo tus "sigue, sigue" entre pierna y pierna,
y creo que no te referías al "a mi lado".
Simplemente creo que
hay amores que no se superan,
hay personas imborrables,
hay miradas que calan tan dentro
que ya no se trata de olvidar;
sino de dejar de pensar por segundos,
en ti, digo.