La horrible alarma sonó, pero estaba feliz porque era el último día. Me levanté temprano, me duché de nuevo, porque hacía mucho calor. Salí del baño a buscar ropa para ponerme, decidí ponerme unos jeans negros, ajustados, hacía tiempo no los usaba. Una remera blanca, para cumplir el uniforme escolar, y unas converse blancas, sencilla y cómoda, cómo a mí me gustaba. Terminé de cepillar mi cabello y lo dejé suelto para que se seque. Bajé a prepararme el desayuno. Mi celular sonó, era un mensaje.
"Buenos días".
Era Ethan.
"Buen día".
Respondí. ¿Qué era lo que realmente quería Ethan? Me confundía, estaba con mi hermana pero quería estar conmigo, ¿nos utilizaba a ambas?
"Mucha suerte en el último día escolar".
"Gracias".
No le escribí más, tomé mis cosas y me marché al colegio. Mientras iba caminando, con mis auriculares puestos, como siempre, mi celular sonó, me estaban llamando, era mi madre.
—Hola, mamá.
—Hola, cariño —hizo una pausa—, ¿cómo estás?
—Bien, yendo al colegio.
—Mucha suerte en tu último día —me felicitó—, ¿todo bien por casa?
—Sí, má, todo bien... —suspiré—, ¿cuándo regresan?
—El domingo era la idea, pero Emma está citada el lunes a primera hora en una tienda para fotografías, yo te avisaré.
Hablamos un poco más y tuve que cortar porque llegué al colegio, tenía que entrar.
Busqué a Emily, mi mejor amiga, pero no la encontré. Le envié un mensaje."¿Dónde estás, Em?"
"Voy llegando, se me hizo tarde".
Ella siempre llegaba tarde al colegio. Fui a mi salón y me acomodé en el banco que compartía con ella. La esperé, al fin llegó, cinco minutos tardes. Obviamente, le llamaron la atención, cómo todas las veces.
—Lo siento, Anna, no he podido ir ayer —se disculpó.
—Tranquila, no pasa nada —sonreí fingiendo—, ¿cómo está tu abuela?
—No lo sé, tengo miedo la verdad —suspiró—, no la veo bien últimamente.
—Lo siento mucho, Em...
La clase comenzó, teníamos historia en la primera hora, que aburrido para comenzar a las 8:00 am con historia.
Mi celular vibraba dentro de mi cartuchera. Miré, era Ethan, me puse nerviosa.
A pesar de que Emily era mi mejor amiga, no quería decirle nada al respecto de lo que sucedía con mi supuesto cuñado, tenía miedo al qué dirán. La hora pasó, tocó el timbre del recreo, decidí ver el mensaje."¿Qué planes tienes para hoy?"
"Ninguno, ¿por qué?"
"Porqué... Podríamos..."
"¿Podríamos? Ethan, tú eres novio de Emma, no mío."
No respondió más, ¿se ofendió? No lo sé, pero tenía que dejar bien en claro las cosas, no podíamos seguir así. La mañana pasó volando, era hora de irnos a casa, ¡por fin!
Al salir de la institución, me despedí de Emily y emprendí camino a casa. Escuché un bocinazo, ¿Ethan? Abrí los ojos como platos, ¿¡qué diablos hacía en el colegio!? Me acerqué al auto.—¿Qué haces aquí? —le pregunté.
—Vine a buscarte —sonrió.
—¿Estás loco, Ethan? —murmuré entre dientes.
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El novio de mi hermana
RomanceAnna Lincoln, una chica de quince años y oriunda de los Estados Unidos, vive con su madre y su hermana, Emma. Emma tenía novio, pero nunca lo había presentado, hasta ese día. Ethan Beadles fue a su casa y, al saludar a Anna, sus miradas se cruzaron...