Locked in (Harry Styles) Pausada

Capítulo 3

Tenía hambre...

Tenía sed...

Tenía ganas de ducharme por mucho tiempo...

¿Cuándo regresará ese chico?

Tenía unos lindos ojos verdes...

Bueno...definitivamente era muy guapo.

¿En qué demonios estoy pensando?

¿Regresará, no?

Lentamente abrí mis ojos y estiré todo mi cuerpo, dormir en este horrible colchón me estaba matando. Todos los pensamientos anteriores regresaron a mi mente. Estaba ansiosa y muy nerviosa. No sabía si él realmente regresaría para ayudarme. No tenía porqué, no me conocía. Estaba desesperada porque él regresara, parecía un buen chico y tenía curiosidad por conocerlo más.

Para eso primero debes salir viva de este mausoleo, Heather...

Habían pasado unas cuantas horas desde que me había encontrado aquí y me dediqué a dormir para no pensar en cómo me sentía. Tenía más de un día de no comer ni beber nada y estaba comenzando a sentirme mal. Estaba en problemas.

La puerta se abrió en un golpe seco y me incorporé rápidamente para analizar la situación. Era él. Traía una manta y un abrigo en sus manos; colgando de su espalda traía una mochila. Clavó su vista en mí y me sonrió. Me volvió el alma al cuerpo.

Apenas lo conoces y hace que tu alma regrese a tu cuerpo...Estás demente, Heather

-Hola Heather- me saludó.

-Hola Harry- le sonreí levemente.

-Toma- me tendió el abrigo que tenía en sus manos- debes tener frío.

Tomé el abrigo y me lo puse, olía a colonia. Probablemente su colonia. Me abracé al abrigo como si mi vida dependiera de ello y empecé a calentarme. Luego dio unos pasos hacia mí y colocó la manta alrededor de mis hombros. Me abracé a la manta también y dejé escapar un suspiro de alivio.

-Lo siento- dijo Harry en un tono de culpabilidad.

-No lo sientas- respondí mientras fruncía el ceño levemente- no es tu culpa, Harry.

-Siento lo que mi padre te ha hecho- volvió a decir.

-Y yo siento lo que el mío le hizo al tuyo- contesté en un susurro, tratando de contener las lágrimas.

-Ya tendremos tiempo de averiguar eso, linda- sentenció mientras me regalaba otra sonrisa.

Se sentó en el asqueroso cochón quedando al frente mío y me observó por unos minutos.

¡Qué verguenza!...debía tener un aspecto espantoso...

Bajé mi mirada ante el peso de la suya, sus ojos eran penetrantes y parecían estar llenos de secretos. Harry era alto, tenía un lindo cabello castaño y rizado, su piel era pálida pero hermosa, sus ojos muy verdes y una bonita sonrisa con hoyuelos. Dios, realmente era un chico hermoso. Usaba pantalones negros ajustados, una sudadera gris y unas converse negras. Sobre su cabeza tenía un gorro de lana y unos cuantos rizos se salían de él, se veía adorable. Levanté nuevamente mi mirada y se la sostuve. Verde contra chocolate. Mi estómago rugió.

-¿Harry?- lo llamé de dondequiera que estuviera.

-Dime, linda- respondió.

-Tengo hambre...y sed- murmuré avergonzada.

-¡Mierda! ¡Lo siento, lo olvidé por completo!- exclamó mientras se quitaba la mochila de su espalda en un rápido movimiento.

Abrió su mochila y sacó dos sandwiches, dos paquetes de galletas y dos latas de Coca Cola. También sacó tres botellas de agua.

-¡Tendremos un pic-nic!- declaró contento.

Yo lo miré como si le hubieran salido dos cabezas mientras ladeaba mi cabeza. Él pareció notarlo.

-¿Un pic-nic?- pregunté para asegurarme de que había escuchado bien.

-Sí, lo que has escuchado- soltó una carcajada.

Oh, su risa...era tan bonita

Su voz era ronca, profunda y aterciopelada...

Basta, Heather...suenas como una acosadora.

Empezamos a comer en silencio, él me daba miradas furtivas mientras yo comía con todas las ganas del mundo. Al final terminó ofreciéndome la mitad de su sandwich, no dudé en aceptarlo. Él sonrió complacido. Me tomé mi Coca Cola y luego acabé con dos botellas de agua. Esto era justo lo que necesitaba. Me sentía mejor ahora.

-Gracias Harry- le agradecí.

-No hay de qué, linda- respondió.

-Y ahora, ¿qué pasará conmigo?- pregunté un poco ansiosa.

-Primero, te sacaré de aquí y te llevaré a un lugar decente- afirmó seriamente.

Yo asentí y me sentí aliviada. Había pasado unos días horribles encerrada aquí. Harry se levantó sacudiendo sus pantalones y me tendió una mano para ayudar a levantarme. Tomé su mano y me levanté, estaba mareada y él me sostuvo de la mano con fuerza.

Una chispa...eso fue lo que sentí...

¿La habrá sentido él?

Estás pensando tonterías...

Cuando la habitación dejó de dar vueltas solté su mano y le sonreí. Él me señaló la puerta con un movimiento de su cabeza y se apartó para que yo caminara primero. Luego se acercó a mí y puso su mano en la parte baja de mi espalda para guiarme. Sentí escalofríos ante su tacto. Él se dio cuenta y rió por lo bajo.

-Solamente por si te vuelves a tambalear- me dijo mientras reía.

Sentí como mi rostro se encendía y sólo le di un asentimiento. Ambos salimos de aquella oscura habitación. No sabía qué me esperaba de ahora en adelante. Pero Harry estaba conmigo, no estaba sola.

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¡GRACIAS POR LEER! :)