Locked in (Harry Styles) Pausada

Capítulo 10

Salí dando un portazo de la habitación de Heather decidido a no regresar jamás. Estaba muy enojado, estaba furioso y Dios sabe que estaba realmente tratando de controlarme y entenderla. No quería lastimarla.

¡Eres un jodido suave, Styles!

Todos los chicos me lo habían advertido, me dijeron que no dejara que ella se metiera bajo mi piel porque si algo salía mal, si mi padre llegaba a acabar con ella, el que terminaría destrozado de nuevo sería yo. Solamente yo. Zayn me lo había advertido aquella noche que estuvimos bebiendo en un bar y yo le había cerrado la boca a golpes. Ahora después de estas dos semanas con Heather veía que tenía razón y que solo quería hacerme entender. Luego Liam me lo dijo, después Louis y hasta Niall también. Pero yo era un maldito cabezota que no escuchaba.

Ahora era tarde. Ya la había dejado entrar. Heather me gustaba y no solo porque me  recordara a ella. Me gustaba porque lo que había logrado ver de ella en estas pocas semanas me agradaba, y mucho. Heather trataba de ocultarme que estaba muerta de miedo por el regreso de mi padre, que estaba triste y desilusionada por el abandono de su padre y la partida de su familia; pero no era un idiota insensible para no darme cuenta. Aquella tarde que se lanzó a mis brazos y me abrazó de esa forma sentí que mi corazón se había detenido por un segundo. Demonios, pensé que esa chica iba a matarme por abrazarme como me abrazó. No fui capaz de borrar la estúpida sonrisa en mi cara por el resto de la noche y mi madre me había preguntado mil veces si estaba así porque había tenido una "linda cita" con Taylor.

Oh, mamá...si supieras que lo que menos hacemos Taylor y yo es tener citas...

Lo irónico de esta situación es que Taylor jamás había puesto una sincera sonrisa en mi rostro. No como lo hacía Heather, no como lo hizo ella.  Pero ella  se había ido para siempre, dejándome paralizado y con la promesa de jamás sentirme así otra vez. Ahora Heather se había encargado de mandar eso a la mierda y yo era un jodido cobarde que seguía estando con Taylor para no tener que enfrentarme a lo que estaba empezando a sentir por Heather.

Sí, lo sé, soy el peor de todos...

Y ahora, me encontraba saliendo a toda prisa de su habitación, escapando de todo lo que Heather me hacía sentir. Porque aunque en este momento estuviera tan enojado, la verdad era que más me encontraba dolido porque me dijo que no me necesitaba. Sabía la atracción que había entre ambos, sabía de esa chispa. Solamente que Heather había sido más lista que yo al no dejarse llevar por eso. Yo había llegado a necesitar de ella, pero ella no necesitaba de mí. Y eso, dolía como el infierno.

****

Atravesé sin pensar el agujero de la enorme pared dispuesto a bajar las escaleras y alejarme de esa parte de la mansión. Mis manos seguían apretadas en un puño y mi rostro contraído por la furia. Mi mente viajaba a mil por hora a través de los últimos acontecimientos de estas semanas. Tal vez mañana, cuando regresara mi padre y acabara con Heather estaría arrepintiéndome para siempre de  haberla dejado entrar. Pero a quién quería engañar, no iba a dejar que mi padre le pusiera un maldito dedo encima.

Llegué al final de las escaleras y crucé otro pasillo más cuando me detuve para escuchar algo. Eran gritos y eran de Heather. Giré sobre mis talones rápidamente para echarme a correr de regreso a las escaleras como alma que lleva el diablo. Mi corazón se disparó y la angustia de que alguien pudiera estar ahí con ella hiriéndola, borró todo rastro de enojo que hubiera estado allí antes. Solamente me enfoqué en llegar lo más pronto que pudiera.

Cuando atravesé el agujero pude escucharla más claramente gritando mi nombre con desesperación. Apresuré mi paso por los dos pasillos que hacían falta para llegar a la habitación y busqué la llave dentro del bolsillo de mis pantalones. Escuchaba sus gritos y sus sollozos, lo único que quería era abrir la puerta y partirle la cara a quien estuviera dentro lastimándola. Mis manos temblaron cuando logré encajar la llave en la cerradura y abrí la puerta en estado de alerta. Apenas pude ver como Heather esquivaba la puerta en un rápido movimiento y una expresión sorprendida y aliviada cruzó su rostro. En segundos, escanée la habitación buscando un intruso que nunca encontré y antes de que pudiera enfocar mis ojos en ella para preguntarle porqué gritaba mi nombre, la sentí acortar la distancia y echar sus brazos alrededor de mi cuello en un abrazo. Nuestro segundo abrazo.

-Lo siento, Harry, lo siento tanto- sollozó suavemente con su rostro escondido en mi cuello.

La tensión abandonó mi cuerpo lentamente y me permití devolverle el abrazo hipnotizado por sus palabras. Estaba aliviado de que nadie hubiera estado aquí y me sentía aun mejor al escuchar como se disculpaba, aunque ambos nos habíamos gritado.

-Te mentí- siguió ella- No estoy bien, Harry, y yo...umm, yo te necesito.

Un leve jadeo se escapó de mis labios al escucharla decir que me necesitaba. Mi corazón dio un vuelco de la emoción y me sentí como un jodido adolescente al que una chica le declaraba su amor. Pero Heather no me estaba declarando su amor, ni esperaba que lo hiciera; pero había retirado sus palabras anteriores diciéndome que era verdad que me necesitaba. Así que ella me necesitaba tanto como yo a ella. Ambos estábamos perdidos ahora. Y no podía importarme menos lo que estuve pensando cuando me había ido de aquí enojado, solamente podía pensar en lo bien que se sentía tenerla en mis brazos y escucharla decirme que me necesitaba. Estaba atraído como una polilla hacia la luz.

La separé un poco de nuestro abrazo y ella se sonrojó, bajando sus manos de mi cuello hasta la parte baja de mi espalda envolviendo mi cintura. Yo llevé mis manos hacia sus mejillas y limpié algunas lágrimas que aun caían de sus ojos. Solamente nos mirábamos el uno al otro sin decir nada. Estábamos muy cerca y pude sentir las chispas. Entonces, acorté la poca distancia y la besé.

*****

Sí, sí, sí....¡yo también lo también lo estaba esperando! ¡Harry la ha besado!

Ya quisiera ser Heather...:)

Espero que lo hayan disfrutado.

Besos, Sallymoon.