13.

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– Vete de aquí Aaron, necesito estar solo –. La rudeza se apoderó del tono de voz de James.

– No –. Dije firme –. No me iré, mucho menos ahora, dime que te ocurre –. Demande.

– No es tu asunto –. Me observó, sus ojos estaban tristes, vacíos, como si algo o alguien hubiese llegado y le hubiese arrebatado toda la felicidad junto con su corazón para luego botarlo a la basura y dejar a James con una gran herida. Una herida que no cerrará tan fácilmente.

– Dime –. Continúe insistiendo.

– ¡No! –. Se volteó bruscamente gruñendo, me aleje, él estaba molesto, quería atacarme. Sus ojos eran azules, el azul, el tono más frío, pero en estos momentos una de acuerdo con este James. Un James molesto, frío, y vengativo.

– Oye amigo, calma solo queremos ayudarte –. Michael trato de interponerse entre James y yo.

– No te metas –. Dijo James entre dientes.

– James basta, dime que te ocurre –. Me enoje.

– ¡No! –. Se llevó las manos a la cabeza como si alguien le estuviese hablando, pero las voces estaban solo en su cabeza. – ¡Aléjense! ¡Salgan de mi cabeza! ¡Yo no le hice nada! ¡Yo no la mate! –. James callo de rodillas. Algo atormentaba su alma, un secreto del cual no podía escapar. Su pasado lo apuñalaba con sus recuerdos, porque sabía que esa era su arma más poderosa. – Vete Aaron, te lo advierto–.

– No –. Permanecí firme al igual que Michael.

– Te lo advertí –. James salto encima de mi, Michael lo tomó por el cuello de la camisa y lo lanzó provocando que el cayera sobre un espejo rompiéndolo en miles de pedazos. Michael se convirtió en un lobo con la intención de neutralizar a James. James no se quedó atrás, él se transformó en un lobo, su pelaje estaba manchado de sangre debido a los cristales que tenía incrustados en su piel.

– ¡James basta! –. Grite molesto, Michael gruño invitando a James a atacar. El solo me respondió con un gruñido lo cual me dio a entender que no cedería así que no tuve más opción de confrontarlo junto a mi hermano. Me transformé de nuevo en un lobo, por hoy habían ocurrido demasiadas peleas y no quería una más con James. El salto sobre Michael mordiéndole el lomo, yo lo ataque para que dejara a mi hermano, la tenue luz de la luna dio a entender que era media noche, que la luna llena estaba en su punto. James se separó de nosotros y caminó hasta la ventana donde su pelaje brillaba con la tenue luz de la luna. Era otra vez humano, su mirada triste y pérdida en la luna, como si ella le fuera a dar todas las respuestas que él buscaba, pero él sabía que no se las daría.

– ¿Estás bien, Michael? –. Él asintió –. ¿James? –. Su espalda se movía ligeramente, el lloraba de nuevo.

– Yo la maté –. Soltó de golpe.

– ¿A quién? –. Pregunte.

– A Meredith –. ¿Meredith?

– ¿Meredith? James, ¿quién es Meredith? –. Estaba confundido

– E-Ella estaba e-embarazada, e-era mi hija y yo la m-mate –.

Oh por dios, James iba a ser papa, ya reveló su oscuro pasado. Por favor chicos necesito su ayuda, por favor ayúdenme a promover la novela y la de Slow Death, y sus votos y comentarios me harían muy feliz, gracias.

Lagrimas de un lobo. Libro dos, saga de Slow Death.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora