Capítulo 6

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Para cuando Stiles terminó de hablar con Alice ya eran las dos de la tarde, aún se encontraba en el cementerio, se sentía mucho mejor, al parecer el hablar con Alice también le ayudó, pudo contarle mil historias sobre su madre que en realidad pasaron, pero sucedieron hace tanto que para él se sienten como si hubiera sido en otra vida. Los recuerdos más recientes que tuvo con ella siempre evita contarlos, los últimos meses que vivió su madre fueron bastante pesados, por eso es mejor para él contar sobre esa alucinación, porque se siente como un recuerdo y a diferencia de los últimos en su alucinación su mamá luce feliz, saludable y lo ama.

-Sabia que estarías aquí.

La voz de su padre lo sacó completamente de sus pensamientos, se preparó mentalmente para este momento, durante todo el camino pensó sobre la mejor manera de iniciar esta conversación, pero no supo que responder, solo lo observó, vestía una camisa blanca con una corbata negra a rayas, pantalón negro y zapatos oscuros, su saco se encontraba entre su brazo izquierdo. Estaba recargado en una escultura mañerista de un ángel, probablemente era el arcángel Miguel pues portaba una lanza.

Su padre había cambiado mucho estos cuatro años, sus ojos eran los mismos, pero ahora estaban cubiertos de pequeñas arrugas, en general su cara mostraba un completo cansancio, tantos años lidiando con crímenes le había pasado factura, su cabello empezaba a verse más delgado y canoso, todavía mostraba esa postura de rudeza que siempre tuvo, pero si prestabas suficiente atención, podías notar el comienzo de una pequeña joroba, Stiles se entristeció bastante, su papá no era no era tan grande como para verse así.

-¿Cómo has estado?-preguntó su papá al darse cuenta que no obtendría respuesta a su saludo.

-Bastante bien-habló tranquilamente-. ¿Y usted?

Cuando todavía vivía allí nunca le habló de una manera formal, a su padre nunca le gustó, decía que esa forma de hablar solo era para los desconocidos y para los mayores que conocías pero rara vez los veías, a estas alturas el hablarle formal era lo indicado.

-Bien-se le escapó una pequeña sonrisa-. He estado arreglando lo de mi jubilación, ¿Sigues estudiando?, ¿Tienes empleo?

-Si, llevo dos años en literatura, también es el mismo tiempo que tengo trabajando en una tienda de antigüedades.

-¿Qué pasó con la fábrica en la que trabajabas?-se cruzó de brazos.

-Renuncié hace años.

Así fueron los siguientes treinta minutos, intentado hablar a tres metros de distancia, ninguno de los dos se acercó, la mayoría de su conversación giraba en torno a si comían decentemente o lo difícil que era la universidad, tampoco ninguno de los dos tocó un tema profundo.

Stiles recibió un mensaje mientras que su padre le hablaba sobre lo difícil que era capacitar a los nuevos policías.

-Ya vinieron por mí-interrumpió Stiles mientras se ponía de pie-. Hasta luego.

-Apenas estamos platicando hijo-contestó-. Si quieres yo te puedo llevar a donde tengas que ir.

-No platicábamos, era una especie de pregunta y respuesta-aclaró su garganta-. Nuestra platica fue exactamente la que tenía con mi tía Sara.

-Perdóname por no saber nada de tu vida, recuerda que tú me sacaste de ella-se acercó un poco más su padre-. Huiste y nunca me permitiste seguirte.

-De acuerdo, estaba intentando ser amable-dejó de hablarle formal-. Primero tú me corriste porque no querías tener un homosexual en tu casa, segundo, durante el primer año te llamé cada domingo y solo contestaste la primera llamada porque no conocías ese número.

Can't PretendDonde viven las historias. Descúbrelo ahora