Bajo mi Tormenta

Partir 3/7

"Una vez más, una vez más"
"De algún modo estoy girando"
Eso decía, eso decía
Juntando el sentido,
Mientras se esconde en su cascarón.

-Rolling Girl

         No me he acercado a mis amigos desde ese día y les dije que quería estar sola al menos mientras la tormenta pasa.
 Solo voltean a verme sin conectar sus mirada con la mía más de diez segundos, algunos de ellos me sonríen y trato de no mostrarles indiferencia.

                  Sus sonrisas son fugaces.

Como estrellas llenas de magia, magia que ahora les falta a mis gestos.

          La pared es dura y fría, su tacto hace que mis escalofríos aumenten.

     Me escondo dentro de mi gigantesca ropa, dejando expuesto solo mis ojos para observar de lejos a ese joven de piel blanca y de ojos marrones.

            Lo observo porque no me queda a nadie a quien mirar, no quiero mirarlo, no quiero mirarlos y no quiero que me miren, me siento invisible.

Solo lo miro a él, por que es el único que me mira denuevo sin tenerme lástima.

Sin preguntar si "estoy bien", solo me mira como siempre me ha mirado.
Me habla como siempre me ha hablado.

Me sonríe con ese brillo en los ojos que ojalá se me contagie.

Porque no quiero sufrir, no quiero sufrir por él.

Quiero seguir haciéndome la fuerte, no quiero que me vea contener mis lágrimas.

No él.

Prefiero seguir escondiéndome, sentirme en una burbuja a prueba de ti, porque me volví a prometer dejarte.

La clase termina y el receso comienza con todos los libros cerrándose de un solo golpe.

Me acomodo la falda a cuadros y me recuesto en la carpeta, mis ojos ven como te alejas y mi cuerpo sienten las ganas de impedirlo y aunque no mueva ni un músculo, siento la adrenalina correr dentro mío.

Sin embargo lo pierdo de vista entre la multitud y doy un gran suspiro.

Cuando el salón está vacío, levanto la cabeza y de mi bolsillo saco la pelota de goma, la tiro contra la pared y esta regresa a mí, así hasta que dejo de agarrarla.

Dejo que caiga al piso, me abrazo las piernas aún sentada en la carpeta.

Entierro mi cara entre mis piernas y pienso, pienso en él, en la sutileza de su despedida y lo cuidadoso que quiso ser.

Lo detesto.

Ahora no puedo olvidarle, por eso no puedo ocultar la cara para siempre.

Por eso debo seguir intentando,seguir resolviendo el problema antes de que aparecen otro.

Solo debo seguir girando.