Trato de sonreír, pero parece una mueca.
Trato de prometerme no llorar, pero mis ojos están inundados.
Trato de quedarme callada, pero no he dejado de gritar.
De tanto tratar he ocasionado una tormenta.
(One shot)
" Si eso significase poder volver a abrazarte, Volvería el tiempo atrás...Temblando, agitada, escucho la voz de mi corazón"
-Last Song
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No responde, ahora su cuerpo está tan cerca del mio que su embriagador olor asfixia mis pulmones.
Recuesto mi frente en su hombro y veo lo húmedo de su playera, son gotas de lluvia, gotas que se deslizan por mis mejillas, repletas de recuerdos felices, desechándolos de mi mente, dejándome en blanco, como el lienzo de un pintor sin imaginación.
Hace un corto sonido con tono de pregunta y muevo mi cabeza de un lado al otro.
Pero luego la alzo y veo su expresión, es felicidad, aunque los ojos le escuecen por retener lágrimas. Acaricio su mejilla, él se tensa por mi tacto pero luego relaja su rostro y responde a mi caricia.
Me quedo varios minutos sin hacer nada más, solo deslizo mi mano por su tersa mejilla, de alguna extraña manera esto me parece relajante. Me comparte su calor y siento como el mundo a mi alrededor se tiñe con color.
Todo cambia gracias a él, todo menos yo.
Soy gris y tu amarillo ennegreciendo tu manto.
Estando con él me vuelvo egoísta.
Sentía tanta desdicha y me daba asco pensar que me quería.
-Nathan tu no quieres, no mientas. -Sollocé en su pecho, olisqueando su ropa, canela, sudor, cosquillea mi nariz.
-Hana, es chistoso cómo lo dices.
Me estruja más fuerte hacia su cuerpo, quitando el poco aire en mis pulmones, haciendo que inhale bruscamente por la boca.- Me tienes aquí y te juro que no quisiera estar con nadie más que no fueras tu, solo tu eres capaz de hacerme decir esto, eres tu y solo tu. Oh, Hana, me tienes completamente loco por ti.
-Nathan...
Entrecierro mis ojos y lloro como un niño mientras él me consuela diciendo cosas inaudibles que chocan con mi cuello y estremecen hasta al más recóndito sentido.
Me siento estúpida.
Debí quererlo más, no lo merezco. Debí mirarlo más a él, a su sonrisa, a sus ojos.
No lo merezco.
Ahora estoy llena de pavor, tal vez todo es una cadena, estoy condenada.
Tiemblo, será el frío, será él.
Su nariz choca con la mía, ahora nuestras respiraciones se confunden y siento su aliento chocar con mis labios.
Él es tan lindo, sus facciones de niño paliducho con hoyuelos prominentes que no muestra, sus labios pelados por el invierno, no puedo dejar de mirarlo.
Él es como la más preciosa pintura, y yo como como como el dibujo de un principiante.
-Quiero que te enamores de mi, Hana.
Sus palabras rebotan, son estallidos de felicidad, dejo de dudar porque él ya me ha dado todo y más.
Solo le abro paso a su amor y cierro los ojos, me mi tormenta solo quedan vestigios insignificantes que ahora se convierten en luz ámbar, me derrito.
Ya no soy mas tormentas, soy atardecer, soy otoño, me despido de tanta mierda que ahora solo soy ramas, contigo, Nathan quiero ser primavera y volver a florecer, crear nuevos recuerdos que llenen el álbum de mi vida.
Cuando abro de nuevo lo ojos, lo veo y me sonrío.
-Hana, ya no más tormentas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
