En cuanto llegue a casa, entre rápidamente y subí las escaleras casi corriendo, sin cuidado de caerme, camine por el pasillo hasta mi habitación, en la cual me metí dando un portazo, necesitaba a alguien, Zayn era el único en el que podía confiar y ahora el estaba en Bradford con su novia, no podía arruinarles el momento, mi hermana ni si quiera era una opción, no sabía donde estaba, no tenía rastro de ella, comencé a dar vueltas por la habitación a causa de mi desesperación, tenía que desahogarme con algo, lo único que quedaba, béisbol. De pequeña entrenaba este deporte, pero lo deje en cuanto mis padres se divorciaban, solía jugarlo con mi padre y el se había ido de casa así que no había con quien jugar. Bajé al sótano y allí busque el bate y la bola, tome varias.
Al final cuando llegue al patio trasero comencé a tirar las bolas, una por una, cada tiro traía consigo mas brusquedad y velocidad, al quinto tiro di con mas fuerza y para mi suerte golpee la ventana mas alta de mi casa, donde estaba mi segundo sótano, no había entrado allí desde pequeña, era horrible, uno de dos de mis miedos era la oscuridad y ese lugar estaba en verdad muy oscuro, pero desgraciadamente esa bola era una firmada por mi jugador favorito, la suerte no puede ser peor, lleve el bate en mi mano y camine de regreso adentro.- Que mas horrible atuendo.- Taylor me detuvo en las escaleras, haciendo una mueca por mi ropa holgada y mi gorra de los Mets de New York.
-¿Que quieres Taylor?- Rodé los ojos y coloque el bate en mi hombro derecho.
-Solo quería pedir tu opinión sobre el vestido que me pondré mañana.- Revoloteo sus pestañas postizas.
-No me jodas.- Bufé y pase de largo su cuerpo delgado.
-Bien, mamá dijo que te escogiera un vestido así que tu decides, si me ayudas te dejo escoger tu vestido, si no, yo lo escogeré.- Guiño un ojo.
-Te odio.- Suspire, ella sonrió victoriosa y me llevo de la mano a rastras hacia su habitación.
Esta chica ya tenía media hora tratando de escoger un vestido de los mil que tenía, no podía mas.- A la mierda, escoge tu, tu vestido, yo no te ayudare mas.- Aventé el vestido que me había dado para mi opinión, ella hizo una mueca de desaprobación e hizo un ruido de "Ash" salí de ese infierno y fui por mi bola, ya era mas de noche y daba mas miedo, jale la puertita que se encontraba en el techo y baje las escaleras de madera para subir, llevaba aun el bate conmigo, para defenderme, aunque parece patético, cuando llegue hasta arriba la única luz que había era la de la luna y la que venía de la puertita, busque mi pertenencia por todas partes, cuando me rendí la vi justo en la esquina, entre todos los vidrios rotos por el golpe, sonreí victoriosa en cuanto la tuve en mis manos, recorrí el lugar con mi mirada desde la esquina, observe todas las cajas que había, este lugar en verdad parecía de una escena de terror, justo en una caja se encontraba un marco con una fotografía, aparentemente éramos una familia feliz, que triste que ahora lo único que nos une es la sangre y el parentesco, suspire y deje la foto donde estaba, durante el camino a la puertita observe todos mis juguetes antiguos, incluso mi ropa, pero lo que mas me llamo la atención era aquel colgante con un bate de madera, colgado en lo mas alto del sótano, aun recuerdo que mi padre me lo había regalado cuando gane un juego de escuela, el mismo lo había tallado y le dio forma, lo tome y me lo coloque, aun sigue siendo bonito. Victoriosa con mi bate, mi bola y algo mas baje, para mi suerte estaba Tylor allí, tomando en sus brazos un vestido rosa, corto y con escote en la espalda.-Toma.- Sonrió hipócrita.- Espero y te guste, si no, no tendrás nada que ponerte mañana.- Sonrió aun mas.
-¿Estas de coña verdad?- Últimamente mi voz a sido desganada y sarcástica.
-Espero y te quede.- Rió, tome el vestido y me dirigí a mi habitación, coloque el vestido en mi cama, lo observe, oh dios mío, ¿quien diseño esta porquería? Bah da igual, no lo usare ni de coña, asistiré como Brave, no como la pequeña de los Macoll, sera divertido...
Narra Harry.
Hoy era, dios, hoy es, ¿como puedo estar haciendo esto? ¿Que estoy haciendo de mi vida? Esta no es a la mujer que amo, en verdad no lo es, me dolió mas a mí todas esas palabras que le dije a el amor de mi vida, sus ojos aguantando las lágrimas me destrozaban y cada palabra que salía de mi boca iba cortando poco a poco los hilos que unían mi corazón y el de ella, sus palabras al igual me afectaban pero las mías eran mucho peor, era como si golpeara un espejo, me estaba golpeando a mi mismo pero solo era al aire, lo que afectaba era el impacto al destruirse el vidrio y lanzar pequeños fragmentos a mi cuerpo, el dolor sentimental ahora era físico y mental, así de mal estaba.
-Osito.- Es puto apodo, volqué mi atención a Taylor quien estaba a mi lado, sentados en la mesa principal.- Reacciona Osito.- Rió, pero su sonrisa cayo en cuanto miro a alguien, fruncí el ceño y voltee hacia donde ella miraba, jodida madre...