Los cerezos que se reflejan en ti.
.........
La mañana tan poco sensata, había tomado la decisión de entrometerse por entre las cortinas, que habían dejado un pequeño y diminuto hueco por el cual, el sol sin miramiento entraba con dirección a la cama; y a no ser porque el despertador se unió en un complot sonando tan fuerte como pudiera ser posible, él jamás hubiera despertado a esa hora; su mano busco el camino estirándose, tentando todo a su paso, hasta lograr encontrar el tan ruidoso y cobarde enemigo, y llevándolo hasta él por debajo de las sabanas para luego volver a su lugar. En tan poco tiempo ya había tomado posesión de toda la cama que ahora estaba vacía al lado contrario, y que días anteriores tuviera a alguien más junto a él. No, ya no parecía tan fría después de una semana. Pero la nostalgia pesaba más bajo las mantas, el frío que se comenzaba a alejar gracias a la primavera, ahora era más que nada psicológico. Un suave quejido acompaño a su malhumorado rostro.
Cinco minutos más.
Y así, después de una corta meditación consigo mismo, su cuerpo entumido lo estiró cual gato, sacudiéndose el sueño con las manos; aunque las ganas de dormir aun seguían vivas. Un fuerte bostezo, un gruñido de disgusto. Despertar no había sido tan cansino antes ¿O sí? Pero no había mucho que hacer y ya estaba sentado a la orilla de la cama cuando menos lo esperó. Tenía ya el móvil en su mano, dando una rápida inspección entre los mensajes para encontrar al menos uno solo del que ahora se ausentaba, pero su expresión de desilusión era más que clara ¿Cuánto más estaría sin dar razón de vida?
Te echo de menos.
Un año había pasado desde que declararon uno al otro lo que sentían. El recuerdo de lo mal que la pasaron, aquellos momentos de confusión y de tomar decisiones que cambiarían su vida. El dejar sus amores pasados y abrirse a nuevas experiencias. Fue el momento de tomar sus vidas y unirlas. Ahí es cuando fueron sinceros con sus sentimientos, con lo que les atraía el uno del otro. Se dieron tiempo para conocerse un poco más, para entender un poco más las necesidades ajenas. Sin darse cuenta, poco después comenzaron a vivir juntos en Tokyo. Y un día en el café, tomaron esa decisión de alquilar un departamento más amplio, más de ellos. Se habían cansado de "visitarse y despedirse", necesitaban algo que fuera propio, un lugar a donde llegar, un sitio en el que despertaran y estuvieran conscientes de tener al otro a su lado cada mañana, cada tarde, cada instante. Algo así como un hogar.
Ya incluso tenían planes de mudarse a otro país tan pronto terminaran los estudios o tal vez viajar por el mundo una temporada. Todo estaba yendo perfectamente, pero las emergencias pasan y la distancia los alcanzó para ponerles una agridulce prueba de resistencia.
Un último estirón y revolvió sus negros cabellos antes de levantarse, ponerse la ropa deportiva y empezar el día. Hora de correr y después a entrenar. Había hecho la promesa de no dejar de lado la rutina sólo porque se sintiera mal o un poco deprimido. Era importante si realmente quería competir dentro de los regionales.
"Si te entretienes en algo, el tiempo se pasará rápido."
Él siempre tan optimista.
Esa mañana era fresca, y el camino hasta la piscina era un poco burdo. Coches, cerezos que comenzaban a retoñar, los vecinos que habría que saludar, los edificios con sus negocios comenzando el día; y entre todo eso, la música que hacía de mediadora, al menos tenía su voz guardada entre aquellas canciones, una pequeña parte de su balada favorita que le había hecho cantar en alguna ocasión. Necesitaba que volviera, porque ahora no tendría a nadie a quien ver después del entrenamiento y la rehabilitación; el día transcurrió lento y sin el tan anhelado mensaje. Su paciencia comenzaba a quebrantarse, nunca la soledad le había calado tanto.

ESTÁS LEYENDO
ESTACIONES
RomanceDespués de aquel café, él me hizo ver lo evidente; se hizo cada vez más real en mi vida hasta que simplemente aquello sucedió. Yo estaba enamorado de él, ¿Cuánto calor nos había faltado ese invierno? ¿Cuánto calor nos faltaba por entregar? / Sousuke...