Historias Cortas de Futbolistas

Bat-Boy-Álvaro Morata

Ya era un hábito. Algo típico.
Todas las noches.

Yo trabajaba de Bar-tender en uno de los bares nocturnos mas prestigiosos de la cuidad.
Todas las noches por una buena suma de euros, me era suficiente.

Ciertamente, las bebidas si eran un arte , contrario a lo que muchos pensaban.

La gente venía para tomar, desahogarse y pasar una velada agradable.
Existían muchos tipos de clientes, los que pedían siempre lo mismo, y los que pedían algo, pero les preparabas otra bebida, y te lo agradecían porque "era justo lo que necesitaba" , los que dejaban propinas, los que solo bailaban y los que tomaban asta el amanecer.

Y como no. Las mujeres que flirteaban con nosotros.

Pero esta noche tenía algo especial.

Era noche de brujas, y aunque en España no se celebraba como en otros países, esa era la temática de hoy en el bar.

Luces y adornos en negro y naranja y nosotros con disfraces "adultos".

Hoy, vestía de batman.
Si. Batman.

Sin la capa, pero con la máscara y todo  vestido de negro.

Pero, particularmente, estaba entretenido.. Solo un poco.

-Lindo traje, guapo- me dijo una chica a la que le estaba sirviendo un Gictonic.
Tomando la bebida y dejando caer a.propósito unas gotas sobre su cuello, para que tentadoramente bajaran hasta su busto, me miró.

Fruncí el ceño y negué con la cabeza.
La chica se fue, y me volví para seguir mirando a aquella chica, pero, sorpresa cuando vi que era mi próximo cliente.

-Un mojito, por favor-pediste sin ni siquiera mirarme el rostro.
Pero aún asi, yo ni me moví.

Levantaste el rostro y entonces pude saber qué necesitabas.

Empecé a crear la mezcla y luego de batirla y agregarle cuatro hielos, te lo serví en un vaso de vidrio pequeño.

Te reiste cuando te lo serví.

-El mojito no es azul -dijiste, aún riendo.

-Creo que te vendría mejor un Curasao Azul, ¿y sabes? Mi instinto nunca falla.-respondí.

-Lindo traje- contestaste y sorbiste de la bebida.

Reí esta vez con más ganas.

-Una mala imitación de Batman. Nada más- respondí sin darle importancia.

-De hecho. A mi me parece que es una mejor imitación... Nunca me agradó el actor, y tú si me agradas.

Entonces me mirastes con esos ojos tan azules como la bebida, y sonreíste de lado.

-Nombre y apellido-preguntaste- ¿O te digo Bat-boy?

Reí nuevamente

-Álvaro Morata, para servir- y estreche la mano.

-Gatúbela-dijiste tomando mi mano.

Confuso, besé tu mano y entorne los ojos en manera de preguntarte tu verdadero nombre.

Reiste, tomaste el último trago de la bebida y volviste a mirarme.

-Nos vemos pronto, Batman español-y guiñaste un ojo.

Durante toda la noche, bailaste y reías con todos. Y a pesar de eso, mis pensamientos y mi vista se enfocaban en tus labios, rojos.

Al terminar mi turno, abordé mi auto y me dirigí a mi departamento, notando que por todo el camino una moto me siguió.

Bajandome con cuidado de el auto y listo para defenderme, Alcé la vista.

-Te dije que pronto nos volveríamos a ver.

Y allí estabas.

Vestida de gatubela, con tu cabello suelto, a media madrugada y a cinco centímetros de mi cuerpo.