Historias Cortas de Futbolistas

Infinitos-Marc Bartra

Dedicada a : JuliMaka😃
Disculpa la tardanza...a veces la inspiración no "viene a mi" como las llamitas a Chris Evans en los 4 fantásticos😔

Estábamos perdidos.
Siempre...
Y no era un decir.
No encajabamos en la sociedad.
En esa que ponía reglas entre unión de ricos y pobres.
De personas del mismo sexo.
Esa que criticaba nuestros hábitos
Esa que... No nos aceptaba.
"Vivíamos" en nuestras casas.
En nuestros institutos..
Pero en realidad sólo sobreviviamos.
Nos teníamos el uno al otro.
Yo a ti. Y tu a mi.

-Somos nuestros, Marc-me dijiste un día, Cristin.

Éramos tan diferentes, y tan iguales.
Tus padres los dos eran adictos.
Y tu habías huido con tus dos hermanos lejos de ellos.
Trabajabas medio día luego de las clases y sólo tenías los domingos libres.
Yo era el hombre de la casa.
Era huérfano y mis dos hermanos pequeños me necesitaban.
Entre los dos manteníamos las dos familias.

Nuestro refugio era la azotea de un hotel muy antiguo en la ciudad.
Abandonado, se podría decir. En ruinas... Pero desde allá arriba todo lucía tan perfecto que era increíble que luego llegáramos a casa a ponernos unas máscaras y actuar como no quisiéramos.
Nos íbamos todos los domingos y viernes en la tarde.
Tu fumabas y yo sólo te observaba y dibujaba.
En tu inocencia y dolor.
Un día que llorabas en silencio, me dijiste ciertas cosas que aún recuerdo.

-Muchas veces pienso en por qué me ha tocado esto... Nos ha tocado esto. Tener que ser así...
Y me preguntó si he hecho algo malo en mi otra vida... Pero sinceramente, me obligo a continuar. Por ellos. Porque me importan.
Porque a veces sólo existo y vivo por ellos. Porque ellos no tienen la culpa, Marc...
Y tú me ves y me conoces.
Ves como pinto mi cabello, como me hago tatuajes y como fumo. Pero ves mis lágrimas...
Lloro porque debo seguir y no sé si quiero.
Pero como un día dijo Ana Frank... "Entonces miro el cielo y pienso en la belleza que aún queda. Pienso que no puede haber tanto dolor y maldad. Pienso que todo mejorará cuando veo el cielo"

Y ese día te dibujé.
Y tu rímel se corrió.
Y cantaste Hey Jude de los Beatles desde esa azotea. Y me miraste y sonreíste.

-Somos infinitos, Marc.

Y sí... Si que lo somos.
Pero admito que sin ti no me era fácil continuar. Y tú lo sabias.
Por eso siempre estabas...

Y pasaron los años y nuestros hermanos se pusieron grandes. Y los gastos aumentaron. Y no daba abasto nuestros empleos y seguir yendo a clases.
Pero todo seguía...
Y milagrosamente, lo superaste.
Lo superamos.
Juntos...
"Somos nuestros, Marc"

Pero fue sin previo aviso.
Un día fuimos a la azotea.
Tu cabello púrpura ondeaba con el viento y el humo de tu cigarillo
hacia espirales en el aire.
Y mi cuaderno de dibujo sólo tenía una hoja libre.
Y mi lápiz estaba por terminar.

Nos sentamos como de costumbre y yo te empecé a dibujar.
Por momentos me mirabas y sonreías. Una sonrisa triste..
Y empezaste a llorar.
Y te acercaste a mi, interrumpiendo la posición de mi dibujo, cortando mi inspiración y dejando un frío y largo beso en mis labios.
El cual sin duda seguí.
Pero ese beso tendría un sabor amargo.
Te separaste y volviste a tu posición inicial.
Y terminé el dibujo.
Y la punta de mi lápiz se agotó.
Y mi cuaderno estaba lleno de dibujos de ti.
Tu cigarro se apagó y el atardecer se puso.
Y te acercaste de nuevo y me besaste por más tiempo.
Hasta que las primeras estrellas se vieron.
Entonces sonreíste y te alejaste.
Miraste al cielo y señalaste las estrellas, viendome a los ojos con lágrimas corriendo por tus mejillas.

-Somos infinitos, Marc.

Y soltando las cenizas del cigarrillo de tus manos, saltaste al vacío.