Historias Cortas de Futbolistas

Galaxias-Karim Benzema

Dicen que todo pasa por algo.

Dicen que quienes nacen para estar juntos, siempre lo estarán.

Dicen que no hay nada imposible.

Dicen que sólo en la Tierra hay vida.

Dicen que vemos lo que queremos.

Dicen que todo acaba. Todo termina.

Dicen que La Vía Láctea es la galaxia mas grande.

Y dicen que el final, da inicio a algo nuevo.

8 de septiembre de 2012

Iba de camino al restaurante en que me habías citado.
Era extraño.. Las citas siempre las proponía yo, no tú.

Y ya podía presentir para qué era ésta.

-Hola...

Sonreiste con desgano y me invitaste a sentarme.

-Necesitamos hablar, Karim.

-Vale.. ¿que sucede?

-Hace unas semanas conocí a un hombre.. Y pues, me siento atraída por él. No quiero engañarte, tu nunca lo has hecho y creo que no lo mereces.. Así que.. Necesito que esto termine. No podemos estar así.. Nunca nos vemos por tus partidos o por mus grabaciones, y prefiero empezar algo nuevo que seguir con algo que hace tiempo dejó de existir.

Y sí.

Todo terminó esa tarde fría de septiembre.

Nunca más volví a sentir tus labios, a darle calor a tu cuerpo, a despertarme con un beso de buenos días ni a verte caminar por el departamento sólo usando mi camisa.

Desde ese día mi galaxia era negra. Ausente.

Porque mi galaxia, no sólo mi mundo..

Siempre fuiste tú.

Me enfoqué en mi carrera y decidí triunfar para mi y no para dedicarte los goles.

Decidí rehacer mi vida.

12 de diciembre de 2014

En un atardecer de diciembre, poco después de terminar un partido con la selección, salí a as calles de Berlin, a caminar por todo el pueblo, a despejar un poco la mente.

Me senté en una banca de la plaza y sin ningún propósito, observé la vida de las personas.

-La mente de un hombre silencioso en un mar muy profundo para navegar.

Me volví hacia la voz, y me encontré con un hombre mayor, vestido con un pantalón negro y una camisa verde, de gorra y llevando un bastón para apoyarse.

-¿Disculpe?

-No sabes que hacer, ¿cierto?
Piensas en tus problemas, en tu carrera, en tu vida... En el amor que no encuentras.

-No necesitó el amor...-respondí.

-Ahí te equívocas, amigo mio. El amor es lo que mueve al mundo. Y no te lo dice un "viejo romántico" o "un viejo estúpido" ... Te lo dice un hombre que ahora está viejo, y sólo por no creer en el amor.

Lo miré y vi sus arrugas, su sonrisa amable y la experiencia reflejada en sus ojos.

-Elije un lado- dijo refiriéndose a una moneda.

Elegí el lado que mostraba el número de valor.

Lanzó la moneda al aire y la dejó caer, sin ni siquiera hacer el intento de atajarla.

Calló del lado contrario.

Levantándose y tomando la moneda, se dirigió hacia a mi.

-A veces sólo hay que dejar que las cosas transcurran. Sin interrumpir su curso, y disfrutar hasta que lo que esperamos... Llegue.

Esa tarde me quede pensando en las palabras de aquel hombre... ¿A qué se refería?

Dejé de tomarle importancia, y conduciendo me dirigí a un bar cercano, para encontrarme con mis compañeros.

Aquella noche bebí, Bailé y disfruté...

"Disfrutar hasta que lo que esperamos... Llegue"

-¿Quien es el dueño de un Asthon Martin?-anunciaron por loa micrófonos

Levanté la mano

-Lo están robando.

Maldición...

Salí de inmediato a el estaciónamiento y te vi.

Golpeando al guardia de seguridad e intentando zafarte para romper la ventana de mi auto.

Corrí lo suficiente, pero aún así lo encendiste y arrancaste.

Pero al pasar a mi lado, me abalancé sobre él y caí en el capó.

Hiciste maniobras hasta que por fin, me tiraste contra la carretera y luego te detuviste y bajaste de el auto.

Andrómeda

Rezaba tu collar.

Y cuando sonreiste, arrojándome las llaves, supe que la luz que me faltaba... La tenían tus ojos.

Tú.

Mi nueva galaxia.

Tú.

Mi nuevo mundo.

Tú.

Mi nuevo amor.