CAN I BE CLOSE TO YOU? L.S.

Capitulo 2

—¿Qué tienes?

—Nada —intentó no darle motivos al rubio para que siguiera cuestionandolo.

—Esta así desde ayer —interrumpió Zayn—. Creo que intenta reflexionar sobre una vida llena de pecados.

Niall no pudo aguantar la risa. Era como la  amiga escandalosa, claro, versión chico.

—Cállate Malik.

—Wow, wow, wow, esperen, solo lo llamas así cuando de verdad es algo importante, vamos Louis ¡cuéntame! sabes que soy la persona más indicada para guardar secretos.

Niall Horan es la persona menos indicada para guardar secretos. Es un buen amigo pero eso de guardar secretos no es lo suyo. Una vez estábamos dando el examen de historia, Zayn y yo le habíamos puesto pegamento en la silla del profesor. No esperen que fuéramos maduros a los diez años (tampoco lo esperen ahora). Niall sabia lo que hicimos y empezó a reírse muy fuerte y se le salio un "así se hace Zayn" justo después de que el maestro se sentara, yo por mi parte no podía dejar que culparan a Zayn ya que la idea fue mía, él solo me ayudo a cumplirla, entonces me pare y dije que toda la culpa era mía pero Zayn igual se culpo y Niall lo siguió. Así fue como tuvimos nuestra primera expulsión temporal del colegio. Y una buena paliza.

—Esta en sus días déjalo —miré mal a Zayn quien solo levanto las manos en modo de defensa, como si eso lo salvara, pensé.

El timbre sonó ya era hora de irse. Niall y Zayn no dejaron de hablar en todo el camino parecían una pareja con problemas matrimoniales. O así lo veía yo, la verdad es que no presté atención en todo el camino. "¿debería ir o no?" Esa pregunta rondaba mi cabeza más de lo que debería.

Llegue a casa, subí las escaleras y me tumbe en la cama "soy un cobarde" fue lo último que pensé y tape mi cara con la almohada como si eso pudiera solucionar mis problemas.

"Necesito hacer algo bueno al menos una vez en la vida" pensó. Se levanto, se quito el uniforme y salio con los ahorros que guardaba para arreglar su patineta. Ahorros que le había tomado guardar casi dos años. No había nadie en casa, así que no tendría que dar explicaciones o mentir acerca de eso.

En la otra mano traía la dirección que había apuntado, eran casi las tres de la tarde y esa dirección era un poco lejana. Llegó a una casa amarilla, o al menos antes lo era, la madera estaba un poco gastada y el jardín tenia flores marchitas. Quizás en primavera había florecido pero ahora nadie se tomaba la molestia de regarlas.

Louis tenia las manos sudorosas y el corazón le palpitaba a mil por hora, toco el timbre una y otra ves hasta que se escucharon pequeños pasos desde dentro.