✖Prólogo✖

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Toda la familia Rollins despertó de buen humor aquella mañana. A _______ no le importó tener que ir a clases, por supuesto que encontraba mejor panorama quedarse en casa o salir a pasear con su hermanita y sus padres, pero el agradable sol de aquel día la ponía contenta de realizar cualquier actividad, incluso ir a la escuela.

Se alistó tranquilamente en su habitación, contemplando con una sonrisa el árbol de cerezos de su ventana y los pajaritos que visitaban las casitas de madera que había hecho con su hermanita aquel verano.

Jacksonville, Florida. Esa era ciudad. Ranqueada como uno de los mejores lugares para vivir en Estados Unidos. La entrada al océano atlántico hacía que los calurosos día de veranos fueran un placer: jugar y construir castillos de arena en las playas de la zona y luego comer en el mercadillo del más antiguo puerto del país. 

La señora Rollins siempre incentivaba que la familia disfrutara del entretenimiento artístico de la ciudad: obras de teatro, exhibiciones de museos y galerías, música en vivo (especialmente de jazz), y llevaba a sus dos pequeñas a clases de ballet todos los sábados. 

Por su parte, el señor Rollins era un aficionado al deporte, y de alguna forma había contagiado ese espíritu a sus tres mujercitas, puntualmente con el equipo de fútbol americano "Los Jaguares de Jacksonville", y con el equipo de basquetball "Los Gigantes de Jacksonville". Cada vez que podía, le enseñaba a _______ cómo jugar bien al baseball.

Esa mañana el señor Rollins motivó a _______ en su primer día de escuela obsequiándole su gorra de los Gigantes de Jacksonville. Le quedaba espacio que rellenar, pero en unos años le quedaría perfecta. Se puso aún más contenta.

La señora Rollins, aunque sin resultados, intentaba motivar a Lilian, la menor de las hermanas, para quien la sola idea de asistir a la primaria por primera vez le resultaba indeseable. 

—¡No es justo! —exclamó Lilian— Quiero quedarme aquí en casa con ustedes.

—¡No es justo! —exclamó Lilian— Quiero quedarme aquí en casa con ustedes

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—Cariño, aquí no habrá nadie. Papá irá a trabajar, yo iré a hacer unas compras y ______ irá a la escuela también —la señora Rollins posó sus manos en los hombros de la última mencionada— como una buena niña, ¿no es cierto? —le preguntó dándole un beso en la frente.

—Así es. Los niños que se portan bien van a clases sin objeciones. —dijo _______ seriamente, intentado por primera vez entrar en ese juego mental que los adultos utilizan con los niños.

—Al menos si estuvieras en mi salón... —se lamentó Lilian levantándose de su puesto para tomar el brazo de su hermano mayor y protestar en súplica— ¿puedes hacer la primaria conmigo? ¿y sentarte conmigo?

Los más grandes soltaron una risa genuina ante la ternura y seriedad con la que Lilian proponía su idea. 

—Lo siento, Lily, así no funciona —respondió ______ sujetando a su hermanita— Pero harás  nuevos amigos. Tal como yo. Podrás jugar con ellos, como yo juego contigo. Será divertido.

«Warriors» || Carl GrimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora