Dedicada a mi madre

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Que la divinidad de las rosas esgriman a las espinas de tu vida compositora de vida,

Y sobre la tierra dorada se tienda una alfombra de seda roja jaspe sanguíneo para ennoblecer tu camino,

Y el cielo de lapislázuli sirva de cúpula para la estupenda obra que es tu existencia.


Poemas entre colores, piedras, y saboresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora