La Rosa Negra

Capítulo 3

Capítulo 3

Nicole no salía de su asombro, ¿ese era el famoso Ángel del Diablo? Ni en sus sueños hubiera imaginado que fuera tan joven y guapo. Ahora ese hombre, después de haber luchado contra ella y haberla besado por recuperar su medallón, quería hacer un trato con ella. Ella no estaba segura de querer hacer un trato con él. Antes de haberle conocido en persona, había estado encantada de conocer al famoso Ángel del Diablo y hacer tratos con él. Los dos luchaban por la misma causa, y se imaginó que su presencia en el baile era la misma que la de ella. Sería magnífico luchar los dos junto contra el rey Jorge.

Pero ahora eso iba a ser un problema. Ese hombre era demasiado guapo y sus besos la hacían sentir cosas que no deberían.

-¿Y qué te hace pensar que yo quiero hacer tratos contigo? - le preguntó ella segundos después de salir de su asombro.

-Porque sería muy beneficioso para los dos - dijo él levantándose y acercándose lentamente a ella -. Los dos piratas más conocidos y temidos luchando contra las injusticias de Jorge.

Él la miraba con un brillo divertido en sus ojos. Le ponía nerviosa tenerle tan cerca, y Nicole lo rodeó y se sentó en una silla intentando calmarse. Antes de aceptar tenía que hablar con su tío y su primo, nunca tomaba decisiones sin pedirles opinión primero.

Su tío Jack llevaba mucho más tiempo en el mar y él vería los pros y los contras de ese trato. Nicole se levantó y se dirigió a desatrancar la puerta.

-Me lo tengo que pensar Kilian, ¿o prefieres que te llame Ángel del Diablo? - dijo ella pensativa. Unos segundos después se encogió de hombros y abrió la puerta -. Da igual, te llamaré Kilian. Ahora por favor, lárgate. Y espero por tú bien que mis hombres estén a salvo.

Kilian se acercó a ella lentamente sin dejar de mirarle en ningún momento. Cuando estuvo solo a unos centímetros de ella, Kilian tomó un mechón de su pelo que se había soltado de su coleta a causa de la lucha. Y muy lentamente y con ternura lo colocó detrás de su oreja.

-Y ¿cómo quieres que te llame yo? - preguntó él con voz ronca -. ¿Rosa Negra? ¿Pelirroja? ¿Nicole?

Estaba muy cerca de ella, susurrándole junto a su boca. ¡Maldición! Ese hombre hacía que su cuerpo ardiera de deseo. Tenía que ser fuerte y no dejarse seducir, ella era una mujer fuerte que no se dejaba vencer tan fácilmente. Le colocó una mano en el pecho para apartarlo, pero fue un error. A través de la camisa notó los músculos fuertes y la piel suave que hizo que sus piernas temblaran. ¡Por todos los santos! Tenía que apartarlo rápidamente.

-Creo que te llamaré Nicole - dijo él rozando sus labios -. O pelirroja, que también te va bien.

-¡Aparta! - gritó ella empujándole con fuerza -. Mañana tendrás mi contestación.

Kilian sonrió levemente y le hizo un reverencia, tras la cual salió al pasillo para dirigirse a la cubierta.

Nicole se tuvo que apoyar durante unos segundos en la puerta, las piernas le temblaban tanto que apenas podía andar. Pasados unos minutos por fin pudo calmarse lo suficiente para dirigirse a cubierta para comprobar que ninguno de sus hombres había sufrido ningún daño.

Una hora después, cuando supo que todos estaban bien, reunión a su tío y a su primo en su camarote. Sirvió una copa de ron para todos y se sentó frente a ellos para explicarles la situación. Les contó que el hombre con el cual bailó en la fiesta era el famoso Ángel del Diablo y que le había robado un preciado medallón.