La Rosa Negra

Capítulo 6

CAPITULO 6

Alessia estaba agotada después del primer entrenamiento con la espada, pero se sentía feliz al saber que estaba aprendiendo. Durante el entrenamiento había visto fugazmente a Adrian, que la observaba mientras ella intentaba repetir todo lo que Nicole le decía.

No había intentado acercarse a ella y Alessia se imaginó que era para no distraerla, pero ella igualmente se distraía intentando verle cada vez que podía.

-¡Presta atención Alessia! - dijo Nicole arrebatándole la espada -. Estás muy distraída y si yo fuera un enemigo ya estarías muerta.

-Lo siento - dijo ella tomando otra vez la espada -. Intentémoslo otra vez.

Tenía que concentrarse, olvidarse por unos minutos de que Adrian estaba allí observándola.

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Una hora después Alessia estaba esperando a que le llevaran de nuevo al barco de su hermano. No había vuelto a ver a Adrian, y eso la tenía desilusionada, le habría gustado hablar un rato con él. Aunque no estaba muy segura de que decirle si se encontrara cara a cara con él.

De pronto sintió que alguien se acercaba a ella por la espalda. Su cuerpo se tensó y empezó a dar la vuelta lentamente, intentando que el miedo no se le notara a la hora de enfrentarse con la persona que estaba a su espalda.

Cuando se dio la vuelta, se encontró cara a cara con Adrian, que la miraba con una gran sonrisa en el rostro. Pero la sonrisa se le borró del rostro al ver la expresión de temor que ella tenía.

-¿Te encuentras bien Alessia? ¿Te he asustado? - preguntó tomándole de la mano con ternura -. Discúlpame, quizás debería...

-No, no te preocupes - dijo Alessia con una sonrisa -. Estoy bien.

Ahora ella estaba empezando a sonrojarse al ver como Adrian la miraba tan detenidamente. Él todavía seguía tomándole de la mano, y ese contacto inocente estaba empezando a ponerle nerviosa.

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Adrian notó como su mano temblaba y vio el hermoso sonrojo que coloreaba sus mejillas. Era realmente hermosa, y no pudo evitar sonreír de oreja a oreja al ver que no le era indiferente.

-¿Qué tal te ha ido el primer entrenamiento? - preguntó él sin soltarle la mano.

-A estado bien - dijo ella intentando soltarse de su agarre. Adrian al ver sus intentos la soltó de mala gana -. Estoy deseando que llegue la siguiente clase, aunque termino bastante agotada.

-A veces mi prima puede llegar a ser una tirana con los entrenamientos.

-Oh, no digas eso - dijo ella negando con la cabeza -. Ha sido muy buena y paciente conmigo. Alessia se quedó en silencio unos segundos, y después continuó -. El vestido entorpece un poco los movimientos. Por eso le he pedido a Nicole que me preste unas calzas para el entrenamiento.

Adrian ya se estaba imaginando a esa mujer con calzas, iba a estar maravillosa. Se le hacía la boca agua solo de pensar como las calzas le moldearían las piernas y su precioso trasero.

-¿Me estás escuchando Adrian? - preguntó Alessia mientras le tocaba el hombro con suavidad.

-Perdona Alessia, pero estaba imaginándome como te quedarían las calzas - dijo él con una sonrisa en los labios -. Realmente tendrías un aspecto encantador. Eres muy hermosa Alessia.