La chica del paraguas azul

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-Y entonces... ¿Eres ese gato?

Pues sí, pareciera que fuera yo. Soy un gato que alguna vez fué humano, eso lo sé. Pero aún no recuerdo quién fuí. Ese quizás sea el problema. Y por eso no podré volverme humano...

Aún.

El viejo me miraba expectante, esperando mi respuesta.

-asentí con la cabeza. Él se sorprendió un poco. Bueno, que un gato, o más bien un animal te responda algo que le preguntas, no es muy común. Parpadeó unas cuantas veces y luego me hizo unas preguntas.

-Ah... esta bien.- me levantó y me dejó sobre el escritorio- Okey, ah.. maulla una vez si quieres decir no y dos veces si dices que si... ¿bien? ¿Fuiste humano entonces?

Maullé dos veces, según sus instrucciones.

-¿Y no recuerdas nada?

Maullé una vez.

-Mm.. obviamente. Si no ya no serías un gato y en este momento serías humano... entonces... ¿Quieres volver a ser un humano?

Oh. Eso me tomó por sorpresa. ¿Quería volver? En realidad, extraño a mi familia y a mis amigos, pero ser un humano... Es difícil decidir, ya que como gato he vivido tantas cosas desde lo pequeño que soy.

Pero viendo a los humanos es algo tan... distante. Algo molesto. Algo que quiero evitar. Algo que podría hasta detestar. Pero... luego pienso que yo fuí uno de ellos.

"¿Quiero volver?" Las palabras resonaban en mi cabeza.

Por un momento olvidé que estaba en esa biblioteca. Olvidé al anciano, todos los libros, los estantes de madera barnizados y ese ambiente relajado.

Ese ambiente lo sentía familiar. Quizás en mi vida humana frecuentaba estos lugares. ¿Me habrá gustado leer?

-Maullé dos veces. Aunque lo encuentre un poco lamentable, quería volverme humano para recuperar a mi familia y mis amigos. Sí, quería regresar.

-¿Recuerdas algo? ¿Algún fragmento de memoria?

-No es como si las recordase en realidad, hay cosas que descubrí por mi cuenta. No creo que se refiera a eso.- Meow.. -maullé una vez.

-Ja...- el anciano estaba cada vez más sorprendido a cada pregunta que me hacía. Hablaba lento y miraba extraño.- No puedo creer que esté hablando con un gato...-se rió nervioso.- Pero de todos modos tú eres un humano...

"Lo sé, es raro para todo el mundo."

-¿Cómo te sientes? ¿E-estas bien? ¿No estás asustado?

Maullé una vez. ¿Por qué debería tener miedo? ¿A qué?

-Yo creo que sí pudieras hablar responderias mejor la pregunta... Bueno, Creo que muchas personas estarían asustadas al estar en el lugar de un ser tan pequeño, que no tiene mucha vida y que en cualquier momento podría perder la vida a causa de un irresponsable en las calles. ¿No te sientes asi?

No lo había pensado así. Mm... Al principio tuve miedo. Apenas "nací" sentí un poco de miedo... Pero me acostumbré en un instante. Sé que la vida de un gato es peligrosa, pero aceptando que ahora vivía en otro cuerpo no tuve ningún problema.

-Maullé una vez pero luego lo pensé un poco más y volví a maullar diciendo que si sentía algo de miedo.

-¿Tienes hogar en este momento?- preguntó el anciano con una voz, como si le diera lastima.

-negué con la cabeza, me aburrí de maullarle.

-suspiro- Que mal... Si tuvieras un amo, eso te ayudaría a recordar más rápido. Es un mito pero eso se habla de la historia que te leí. Si llegas a conseguir algún tipo de afecto de un humano puede que tus memorias vuelvan.

Historia de un gato negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora