¿Me adoptarás?

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Si me preguntaras cual fué el mejor día de mi vida no sabría responderte.

Existen muchos eventos que me han llenado de alegría por lo que no sabría decidirme de cual es el mejor...

Pero uno de ellos sería hoy, sin duda.

Miraba a mi alrededor. Vi al anciano Kotaro sonriéndome aliviado de que pudo curar mi herida. También vi a todos los niños con unas cuantas lágrimas en sus ojos, pero con una gran sonrisa. Decían cosas como "¡Qué fuerte eres, Black!", "¡Estas vivo...!", "Ha sobrevivido", "Qué bien!" Mientras reían.

Pero lo que más podría decir que me alegró ese día, fue que Ammie estaba ahí...

Estaba entre los niños con unas pequeñas lágrimas contenidas en sus pestañas y sus ojos celestes algo inchados, se iluminaban mientras me miraba. A través de sus ojos pude sentir que estaba feliz y aliviada.

Me miraba conmovida.

Y mientras más la miraba me percataba de lo frágil que era, lo tierna y pequeña que se veía. ¿Qué edad tendría?

-Qué bien... Te pudiste salvar...- susurró frente a mí con una sonrisa. Me miraba de una forma que a la vez me lastimaba.

Acercó su mano a mi lomo y lo acarició con cuidado. Era la primera vez que me tocaba. Ese contacto me estremeció un segundo, me puso un poco nervioso pero me pude acostumbrar lo suficientemente rápido.

Ella seguramente me veía indefenso y débil, por eso se acercaba a mí... No puedo pensar en que cambió de opinión y pensará en adoptarme. No debo ilusionarme aún.

Me miraba feliz y yo la miraba de la misma manera.

-¿Y qué? ¿Cambiaste de opinión?- preguntó el Señor Kotaro hacia Ammie, interrumpiendo el momento tan tierno que tenía con ella.

-¿Ah? Ah... pues...- Ammie al parecer no sabía que responder. Estaba dudando otra vez. Aunque esa duda que siempre tenía me hacía sonreír un segundo.

-¿Qué pasa? ¿Aún no te dejan tener mascotas?

-Pues... no he preguntado. Pienso que no habrá otra respuesta además de un no... - Dijo Ammie mirando el suelo.

-Pero vamos, sabes que quieres adoptar a este pequeño. ¿No? Atrévete a preguntar. O...- El anciano dejó la última palabra en el aire y esperó a que Ammie respondiera.

-O... ¿qué?- dijo Ammie curiosa del suspenso en el que la dejó.

-Podrías traer a tus padres aquí, yo los convencería.-dijo el anciano enseñándole una gran sonrisa a Ammie.

-¿En serio...?-Sus ojos se iluminaron otra vez mientras miraba al anciano. Je... Así que si quería adoptarme... -¡Está bien! Los traeré aquí mañana.-dijo sonriendo y riendo a la vez.

Volteó a mirarme y otra vez me acarició.

-Ya no tendrás que molestarme ¿ves? Seré tu dueña ahora... Eso espero... -Sonrió hacia mí de una forma tan tierna. Ronroneé al sentir el toque de su pequeña mano.

-Purr... Purr... -choqué mi cabeza con su mano acariciándome con ella. La miré otra vez y pensé...

"Ésta niña... me recuerda a alguien."

Luego de unos minutos la multitud a mi alrededor se empezó a dispersar y me quedé solo, con Ammie.

-¿Puedo jugar con él, Señor Kotaro?- preguntó inocentemente Ammie.

-Claro que sí. Después de todo, será tuyo, te lo aseguro.- alzó el pulgar junto a una sonrisa.

-Rió- Está bien... - La niña se levantó y buscaba algo a mi alrededor, hasta que vió algo- Señor, ¿Puedo tomar un poco de esa lana que hay en la bolsa?- dijo ella señalando una bolsa encima de el escritorio.

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⏰ Última actualización: Jun 17, 2016 ⏰

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