Nyx

Capítulo 11

- ¿El qué? - le pregunté a Nate una vez acabada la clase.

- Tu escenita con Black - me miró examinándome durante unos segundos y después con un tono diferente me preguntó - ¿Os lleváis bien?

- No - contesté encongiéndome de hombros.

- ¿Entonces?

- Entonces le vi con dudas sobre lo que estabais haciendo en clase y me acerqué a ayudarle, es simple.

- Pero... ¿Os lleváis bien desde el castigo?

- No, de hecho acabamos como el perro y el gato... - contesté un poco cansada del tema ya.

- Dicen que es peligroso, es uno de los que más lleva aquí.

- ¿Y aún no se ha ido? - pregunté, aunque lo que en realidad preguntaba era la edad, ya que nos dejaban salir a los veintiún años.

- Sale en unos meses, no me acuerdo - volví a sentarme en mi sitio para esperar a que el profesor entrase. Pero me giro cuando me coge de la muñeca - No se relaciona con nadie desde Astrid.

Yo me quedo con el ceño fruncido, pero no pregunto nada porque el siguiente profesor entra en clase para empezar las Matemáticas.

Tras acabar la jornada de clases, voy a la sala donde comemos y me encuentro a Luke con Rob. Bec aún no había llegado.

- ¿Qué tal el día Nyx? - me preguntó Luke.

- Como todos - contesté en un suspiro, mientras me dejaba caer en la silla de al lado de Rob.

- Yo puedo hacer que mejore, guapa - me dijo con voz arrogante Rob.

- Cállate, tío - contestó Luke, mientras le tiraba a la cara un trozo de pan - Como se entere Bec, te mata.

- Lo nuestro no fue importante y lo sabes... Ella estaba perdidamente enamorada de otro.

- ¿De quién? - pregunté yo con mayor interés en la conversación.

Ambos se quedaron callados. Se miraron entre ellos, como si estuviesen diciéndose algo mentalmente y cuando al fin Rob iba a abrir la boca. La reina de Roma aparece.

- Lárgate Robert - dijo Bec medio en broma medio en serio.

- Como siempre viene la rubia a joder... - Bueno, chicos guapos, el alma de la fiesta ya se va.

- Idiota - murmuró Bec cuando el chico se fue.

La comida transcurrió con relativa normalidad. Cogí una ensalada, que tenía poca sal y un filete de pollo. Era algo ligero, no tenía demasiada hambre teniendo en cuenta que desayuné un poco más de lo normal. Cuando estaba terminando el vaso de agua para levantarme a irme, Bec abrió los ojos como platos. Debía de haberse acordado de algo al ver lo que hubiese en mi espalda.

Me hizo un movimiento con la mano para indicarme que me acercara y eso hice. Apoyé parte de mi cuerpo en la mesa y mi cara quedó a unos centímetros de su boca.

- ¿Le has explicado sintaxis al malote?

Me separé de ella y puse los ojos en blanco. Eso no era algo interesante para que me acercase.

- Hola, marginados de la vida - dijo una voz melosa por detrás de mí.

- ¿A qué se debe que la princesa del centro se acerque a nuestra mesa? - preguntó Luke con una sonrisa a la odiosa de mi compañera.