Los Marcados

El comienzo

Sala de partos, Hospital de los Prestigiosos...

¡Tenemos un marcado!, gritó un hombre de voz gruesa en la última cama de la sala de partos.

—Señora Getaway, le informo que su hijo es un marcado y ahora mismo está siendo trasladado a la sala especial para ellos, en cuanto pueda verlo le avisaremos.

—Está bien

Las palabras fueron algo crudas incluso para el doctor, quien se preguntaba si ella en realidad quería tener un hijo o tal vez simplemente era por el dolor del parto.

—Hola, Señor Johnson, era para informarle que acabo de dar a luz a su hijo y que espero que cuando salga de aquí esté el millón de dólares que me acordamos en mi cuenta bancaria, que tenga un lindo día y cuide bien de su marcado—. «Cerró la llamada rápidamente después de decir esas palabras tan frías».

El discurso de la mujer quedó plasmado del otro lado del teléfono móvil, el Señor Johnson no sabía si estar feliz por el hecho de que después de tanto tiempo pudo tener un hijo o si debía estar triste por el tipo de mujer que supuestamente debía ser su madre. Lo cual no iba a ser posible, porque ella solo buscaba el millón de dólares y nada iba a saber de ella después. Ni siquiera se fijó en que la mujer le dijo que su hijo era un marcado.

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Año 2120
Estados Unidos.

En el hospital del centro de Washington, comenzaron a nacer unos niños con marcas detrás de su cabeza, las marcas variaban color, desde negro oscuro como el betún hasta el color dorado de un cabello rubio y tenían un aspecto circular como de un lunar, pero mucho más grande. Nadie sabía si era una enfermedad o algún parasito, pero sea lo que fuera los científicos comenzaron sus investigaciones al respecto.

Después de 10 años de estudios, ya los niños tenían una edad promedio y fue cuando todo comenzó, los niños tenían una inteligencia sobrenatural, aprendían más rápido de lo normal y tenían una memoria de muy largo plazo.

Cuando algo inesperado pasó, en una simple discusión de patio mientras los niños jugaban en aquel laboratorio científico, en el cual hacían las pruebas necesarias para saber que eran las marcas, uno de los niños llamado Paul -de cabello largo hasta el cuello, con un tono gris debido a la mutación que causaba la marca y ojos de color celeste, encariñado totalmente con un cubo rubik de alta tecnología 5 x 5 que su Madre le había regalado antes de irse de viaje, un viaje del cual nunca regresó, fue molestado por varios de sus compañeros por ser un Prestigioso (alguien que pertenece a una familia de dinero, por eso nacen en hospitales con los mejores tratos y tecnologías). Lo envidiaban por el simple hecho de que tenía lo que ellos no y por eso nunca lo dejaban tranquilo. Pero ese día Paul se decidió que todo sería diferente, se armó de valor y se paró cuando escucho como uno de los niños insultaba a su madre. En ese momento en los ojos de Paul no había más que odio, alzo la mano con su cubo rubik en ella y sin saber cómo ni porque, el cubo se partió en pedazos, cada pedazo flotaba cerca de su mano y luego el hizo un gesto mirándolos, con esos ojos fríos y llenos de odio, de pronto, todos los pedazos del cubo que flotaban salieron disparados hacia ellos, atravesándolos desde la cabeza hasta a los pies y luego de unos breves segundos regresando a su mano y armando el cubo rubik nuevamente.

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—Tiene que ver esto, Mayor Housen.

— ¿A ver, que puede ser tan importante?

El mayor Housen era un militar, de unos 1.90cm, piel morena, musculoso, de hombros anchos y cabello negro, con una actitud fría como cualquier militar, pero con odio hacia las torturas y cualquier cosa inhumana. Por eso nada de eso se practicaba con los marcados.

— ¡¿Qué rayos acaba de pasar!?

Fue lo único que pudo exclamar el Mayor, al ver lo que habían grabado las cámaras de seguridad de alta tecnología.

-Eso es lo que no sabemos Mayor, pero ya estamos comenzando la investigación al respecto.

-Comuníquenle esto a las otras bases y hablen inmediatamente con el presidente, esto es algo que no se puede mantener callado.

Como era de esperarse, esos niños estaban bajo la mira de los militares ya que podían ayudar a avanzar mucho con la creación de armas debido a su inteligencia, pero lo que había pasado ya era demasiado, tenían más que un arma, tenían la guerra garantizada si podían explotar ese poder al máximo.

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—Peter, ven acá tengo algo importante que decirte.

— ¿Si papá?

El señor Johnson se arrodillo frente a su hijo de solo 12 años para estar a su altura.

—Te vas a ir por un tiempo de la casa, vendrán unas personas que cuidaran de ti perfectamente mientras no esté, tienes una condición muy extraña con la que naciste y ellos se encargaran de ti.

—Pero... ¿Por qué? No quiero alejarme de ti.

—Sin excusas, Peter, ¿que siempre te he dicho?

—Qué un hombre no necesita de otro hombre.

—Excelente, ahora ve y cumple mis expectativas.

Su padre sabía muy bien que no todo iba a ser color de rosa como él pensaba, y que cuando su hijo regresara tal vez ya no iba a tener ese lado humano que el tanto amaba ¿Pero que podía hacer? Era eso o se lo iban a llevar a la fuerza de todas maneras.

*

Peter llego al "Panal" o así le llamaban a los lugares donde mantenían encerrados a los Marcados para estudiarlos o eso le hacían pensar a las personas. Hasta donde la población sabia los marcados eran personas infectadas por un virus que podía dañar a el resto de las personas, pero los militares estaban anuentes de que habían niños que no nacían en los hospitales que podrían estar marcados y temían que se descubriera su secreto asique daban recompensas hasta de 100mil Rubitos (aproximadamente 10mil dólares) por cada niño marcado entregado. De ahí nacieron los Anti marcas, personas que se encargaban de raptar niños marcados y entregarlos por dinero.

A Peter le dieron un cuarto que compartiría con un compañero, le indicaron donde estaba el baño, el patio, le dieron unos papeles con los horarios, reglas y un mapa del lugar, solo con los lugares a los cuales él podía acceder y lo dejaron a solas, era suficientemente inteligente como para arreglárselas con esa información. Entró a el cuarto que le dieron y se sentó en la cama, la cama era de la mejor tecnología que había, incluso podías ponerla a la temperatura que quisieras... No se había dado cuenta de que no estaba solo en esa habitación.

—Hola soy Paul, un prestigioso.

Dijo una voz de la parte de arriba de su camarote, Paul estaba tan acostumbrado a ser rechazado que en su presentación decía que era un prestigioso, y la mayoría de los niños pedían cambiarse de cuarto. A excepción de Peter claro, él también lo era.

—Hola, «contestó Peter»— y también soy un prestigioso.

— ¡Al fin alguien como yo! — «dijo Paul emocionado y lleno de alegría, por primera vez tendría compañía».

—Qué bueno que me pusieron en tu cuarto, también estoy acostumbrado a ser rechazado.

— ¿Qué edad tienes? — «preguntó Paul, emocionado por saber si su compañero ya tenía la edad suficiente».

—Tengo 12 años ¿y tú?

—Tengo 15—. «Había una sonrisa de emoción y curiosidad en su rostro».

—Excelente, no estamos tan lejos en edad—. «Fue lo único que se le ocurrió decir a Peter, no era tan bueno con las presentaciones ya que no tenía muchos amigos».

—Dime, cuál es tu objeto. «Preguntó Paul esperando por una respuesta».

-¿De qué objeto hablas? «Peter estaba totalmente confundido por su comentario».

-Oh ¿así que no sabes nada sobre tu marca?

-Solo sé que es un virus y que no debería acercarme a personas normales.

-Bueno, lamento decirte que no todo es cómo crees y que desde ahora seré tuTutor.    

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Hola soy yo Bryan, diciendole a ustedes mis lectores que estoy en un punto en el que estoy escribiendo dos historias a la ves, es muy emocionante para mi ya que es la primera ves y con esta historia les traigo algo de ciencia ficción y acción para que puedan dejar su imaginación volar. ¡Gracias por leer!.