Sed y hambre por Dios.

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¡Oh, si rompieses los cielos, y descendieras, y a tu presencia se escurriesen los montes,como fuego abrasador de fundiciones, fuego que hace hervir las aguas, para que hicieras notorio tu nombre a tus enemigos, y las naciones temblasen a tu presencia!  -Isaias 64:1-2.-


Cuando conocemos a Dios vivimos para Él, vemos sus obras y lo amamos por lo que hace por nosotros. El dio a su hijo unigénito  a morir por nosotros. Cuando le recibimos vemos cosas inexplicables, cosas que como la Biblia lo dice: nadie las ha visto, ni las ha oído, solamente Dios y tu lo saben.

Un claro ejemplo de esto es lo que paso en México, hace unos pocos días el huracán Patricia abordo la costa de Colima empezando como un huracán fase 1 y en unas pocas horas paso de ser esa magnitud a ser fase 5, la más alta magnitud que puede alcanzar un huracán. Esa misma madrugada- mañana México se unió en una oración masiva, por toda la gente cerca de esta costa, para que Dios calmara los mares y la tormenta; y en unas cuantas oras después de aquella oración masiva Dios escucho las peticiones y el huracán Patricia paso de ser una fase 5 a ser tan solo una pequeña tormenta tropical.

Estas obras son las que nos llevan a tener más hambre y sed de Dios, es en ese entonces cuando te das cuenta de que Dios verdaderamente puede hacer cosas extraordinarias, que ningún ojo de ser mundano pudiese haber visto nunca. Esto nos lleva a querer más, a desear más, y déjame decirte que nosotros como jóvenes a aceptar a Dios queremos ver cosas, deseamos de Dios, queremos, anhelamos a Dios;  y esto es lo que nos va a llevar a buscar más de Dios y eso es algo que le agrada a Él, que busquemos de Él y esto se llama hambre y sed por Dios.

Y por consecuencia este acto de hambre y sed por Él nos va a llevar a otros dos puntos más uno de ellos son los actos de fé, a que me refiero; en Isaias 54: 1 dice: Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz; levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto; porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová. Eso es un acto de fé, la estéril, aquella mujer infertil levantaba su voz a Dios y le cantaba a Jehová todo poderoso porque ella sabía que Dios le tenía una promesa y que su Dios (nuestro Dios) no le fallaría, esto queridos hermanos es un acto de fé maravilloso.

Finalmente tiene que haber un clamor profundo, lo que me lleva a la pregunta: ¿tú como oras? Si oras de una manera tradicional, repitiendo las mismas palabras, haciendo una misma oración día con día a una cierta hora del día; tú joven no estas teniendo un clamor profundo. Un clamor profundo es aquel que no ora hacia Dios, como lo dice la palabra clama desde el abismo, lo más profundo de su ser; anhelando más de Dios. Porque aquel que ora de una manera tradicional no esta teniendo hambre y sed por Dios si no esta convirtiendo a Dios en un monumento; y Dios no es un monumento, Dios es vida en movimiento. 

Todo esto te llevara a tener Hambre y sed por Dios, esto es soñar más de Dios y sabes porque ¡porque estas necesitado, quieres más de Él! En conclusión, no debemos parar esta Hambre y sed por Él. 

Ya regrese muchachos, perdónenme por no haber subido capitulo, es que he estado super ocupada, la escuela, el trabajo, la escuela dominical y puf... ¡pero he hecho una promesa a Dios! y les tengo una nueva buena ¡cada domingo a estas horas habrá capitulo nuevo! Gracias en verdad por leerme, gracias por sus bendiciones y oraciones. Dios los bendiga. Con amor, buenas vibras y bendiciones Sharon A. Medina. :)


Jovenes... Guerreros en DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora