¿Qué? ¿nuevo papi?

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La primera semana había pasado volando la señora Mi Ra nos llevaba a los mejores lugares turísticos, habíamos tomado miles de fotos, probado uno que otro plato. Me daba risa cada vez que experimentábamos platos nuevos. Pues mi hijo odiaba las verduras y la mayoría de platos las llevaban. El plato favorito de mi hijo era el ramen y quería pasarlo comiendo todo el tiempo.

Mi hijo empezó a llamas a Mi Ra Mimi, y por ende yo también. Es increíble como en poco tiempo llegamos a querer a las personas. O capaz es la falta de personas que extrañamos, que buscamos el cariño o lo damos a las personas que están a nuestro alrededor. Por un lado nosotros extrañamos a mis padres y Mi Ra extrañaba a su hija. Según entendí su marido murió hace cuatro años, su hija y nieta rara vez la visitaba y se sentía muy sola por esa razón empezó a rentar su cara para personas de intercambio. Para mí, Mimi era como una segunda madre y para mi hijo era su segunda abuelita. A mis a padres los llamamos dos veces porque por la diferencia de horario era muy difícil.

Hoy estábamos mi hijo y yo en un parque cerca de la casa. Mi enano jugaba con otros niños. No sé si es la capacidad de los niños para entender un nuevo idioma o que la diversión es universal. Yo estaba sentada en una banca mientras lo veía jugar. Hasta que sentí a alguien que se sentó a mi lado. Era un chico no sabría decir que edad o como era porque llevaba una gorra, unos lentes obscuros y una mascarilla. Vestía unos jeans descastados, una camiseta blanca y una sudadera abierta negra. Se me hacía conocido como si no fuera la primera vez que lo veía. Solo incline mi cabeza a manera de saludo y seguí viendo a mi hijo jugar. Que más podía hacer sino podía entablar una conversación.

-¿Miras cómo juega tu hermano?- Lo dijo en Inglés. Pero definitivamente su voz era hecha para seducir. No sé qué tenía, si era su acento o lo grave de su voz pero automáticamente sentí una corriente eléctrica por todo mi cuerpo. Sentía que las piernas me temblaban. No podría saber si exactamente por su voz o porque tenía que contestarle y para eso requería que hable inglés, cosa que me daba vergüenza.

-Hola no, no es mi hermano- No sabía si decirle que era mi hijo por eso mejor no dije nada más.

-MMM, ya entiendo. ¿De dónde eres?- me preguntó

Lo regrese a ver y no sabría decir si era guapo pero algo había en el que me hacía sentir nerviosa.

-De Ecuador- contesté

-¿Ecuador?- se quedó pensativo como tratando de hacer memoria donde quedaba mi país.

Que tonta soy me dije a mi mismo, capaz nunca oyeron el nombre de mi país por aquí y yo diciéndolo como que fuera lo más común. Le iba a explicar donde quedaba pero antes de decirle algo él me dijo:

-¿Tu país queda cerca de Perú, verdad?- yo solo asentí. Vaya al menos sabía algo de mi país.

-¿Alguna vez has estado en América?- le pregunté. El asintió con la cabeza y de ahí me dijo que conoce varios países de Latinoamérica.

Iba a preguntarme algo más pero en ese momento vi que mi hijo se podía caer de la resbaladera.

-Danny ten cuidado. Va a caerte por jugar así- Me levante de la banca, me dirigí a donde él y le regañé

-Bueno ma.

Regrese a la banca y el chico me preguntó

-¿Es tu sobrino?- Negué con la cabeza

-mmm ¿Quién es?

-mmm Se llama Daniel, le digo Danny o enano. Él es mi hijo- Regresé a ver cuál era su reacción. A lo largo de estos años la gente ha reaccionado de diferentes maneras pero entre ellas la incredulidad, sorpresa, repudio, desprecio, recriminación y una que otras veces de admiración.

Quiero un papáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora