Verónica

565 44 1
                                    

Otro día más en esta hermosa ciudad. Aún no he tenido la posibilidad de ver a un idol, bueno tampoco es que haya estado buscándolo. Dejé a mi hijo con Mimi porque quería conocer YB Entertainment y no quiero que sufra otra vez con tantas Vip's. Jamás imagine ver tantas chicas esperando a ver si sale algún idol. La chicas gritan oppa, oppa. Me acerco un poco mejor para ver quien está saliendo y causa tanto alboroto.

-rayos aún no veo nada- Me dijo a mí misma y busco la manera de estar un poco más adelante.

Dios no me imagino como debe ser para un artista no poder hacer nada sin tener tantas personas gritando tu nombre. No tener intimidad para nada. Que te creen rumores por cualquier cosa que haces. Tal vez la fama sea al inicio algo bueno pero puede llegar a convertirse en una maldición.

Cada vez hay más personas que se desesperan, empiezan a empujarse por tratar de ver y yo metida en el medio sin saber qué hacer. De empujón en empujón empiezo a estar cada vez más adelante. Ya logro ver algo. Es un grupo que está saliendo.

De pronto un fuerte empujón recibo y sin querer voy a parar de rodillas. Diablos segunda vez que por culpa de las vip's estoy de rodillas. El grupo de chicos que estaban saliendo está parado frente a mi preguntándome en coreano algo. ¿Qué hago? ¡Qué vergüenza¡ Un chico del grupo ayuda a levantarme. Solo hago una reverencia. Solo alcanzo a oír como alguien susurraba mi nombre. Levanto la cabeza regresando a ver en todas direcciones. Es imposible que alguien me conozca aparte de Mimi.

Empiezo a ver como el grupo retoma su camino. Pero hay un chico que regresa a verme. Ese chico creo haberlo visto antes pero desecho esa idea casi de inmediato. Claro Isabella, tu conoces mucho idols ¿verdad? Me reprendo. Trato de salir de ahí no quiero pasar por esto otra vez. Es cuando ahí escucho un hola en español

-Hola- le digo a una chica casi de mi misma estatura (1.65), cabello castaño, ojos cafés no tan delgada como una asiática. De mi misma contextura, bueno tal vez con un poco más de curvas

-Vaya vergüenza que pasaste, pero lo bueno es que como latinas aguantamos esas caídas. Imagínate si hubiera sido una coreana, estoy segura que con la fuerza con la que caíste se rompía una rodilla- Empezó a reír

-Si tienes razón. El poder de las latinas. Mi nombre es Isabella y soy ecuatoriana. ¿Cómo te llamas tu?

-Me llamo Verónica y soy colombiana. Gracias a Dios otra latina. Hace un año vine para Corea y conozco muy pocas latinas. Ya necesitaba hablar español con alguien

-Tranquila Verónica conmigo puedes hablar todo lo que quieras porque no puedo hablar coreano. Y no estaría demás un poco de diversión a lo latino- Me reí

-Ya hacía falta un poco de esa actitud latina. No es que me queje pero lo coreanos son muy respetuosos y no son muy confianzudos como nosotros.

-Entonces no está mal que diga que encontré a mi primera amiga en Corea jajajaja

-Claro que no amiga- Me sonríe mientras nos damos un abrazo.

Después de eso Verónica me contó que el grupo que acababa de salir no era nada más ni nada menos que B-I-G-B-A-N-G. Casi me desmayo, no podía creer que los tuve al frente mío y no puede ni siquiera reconocerlos. Como me hubiera gustado por lo menos reconocer a GD. Con solo verlo aunque no hubiera ni cruzado una palabra podría haber muerto en paz.

-Verónica, no puedo creer lo cerca que estuve de mi futuro esposo, el nuevo padre de mi hijo y no lo puede reconocer- Le dijo

-Todas pensamos igual. Bueno eso pienso yo de Taeyang. Espera, espera ¿dijiste el nuevo padre de tu hijo?¿Tienes un hijo?- Me pregunto asombrada.

-heee.. si uno de seis años

-WOOOOOW no lo creo, no pareces. Eres muy joven y mantienes un buen cuerpo. Me dijo Verónica

- hey gracias. Ya sabes siempre quedan gorditos por aquí y por acá pero bueno- la verdad era que si me sentía un poco insegura de mi cuerpo no era ni gorda, ni flaca, tenía uno que otro rollito. Mi abdomen no era una tabla donde podía saltar un centavo pero hacia lo posible por no aumentar de peso además gracias a Dios no me había quedado ninguna estría y mantenía un piercing en mi ombligo pero la inseguridad siempre hizo que no vuelva a usar blusas pequeñas o muy apegadas.

-No de verdad sino me dices que eres madre yo jamás me lo hubiera sospechado.

-Gracias tu si sabes cómo subir el autoestima a alguien.

-Es que mira tienes tatuajes, varios piercings y tienes un mechos de cabello fucsia. Nadie pensaría que eres madre-

Claro tenia tres tatuajes: uno grande en la cadera que se extendía hasta mi abdomen, bajaba por mi pelvis y llegaba hasta unos cinco centimentros por mi pierna, uno más pequeño en mi cadera pero ya llegando ami trasero y otro en las muñecas. Piercings tenia tres: Uno en el ombligo, otro en la lengua y el último en mi ceja.

-Mmm no sé si me estas alagando o insultado- bromeé con ella

-No te estoy insultando pero todos tenemos una imagen de como una madre debe ser y tu realmente rompes algunos esquemas- comento ella

-jajajaja ni me lo digas todos piensan que estoy loca o que por ser como soy es que tengo un hijo. Pero no se dan cuenta que eso no tiene que ver con el amor que siento por mi hijo

-Tienes toda la razón amiga, lo que pasa es que todos aún tenemos prejuicios por alguna u otra cosa. Pero a todo esto cuando conoceré a mi sobrinito- Dijo emocionada

Y así sin más mi hijo ya tenía una segunda abuelita y una tía en Corea. Con Verónica quedamos en vernos en dos días en el parque cerca de mi casa para que conozca mi enano. Después de contarnos todo. Cual era nuestra comida favorita, color, ropa, cantantes, música, nuestra vida, pasado, nuestros amores, creo que no olvidamos de contarnos nada mientras bebíamos un café. Ya al llegar la noche nos despedimos y nos fuimos cada quien para su casa. Mimi y mi hijo deben estar preocupado la verdad no pensaba demorarme tanto pero seguro se alegrarían cuando les contara que ya tengo una amiga aquí.


Quiero un papáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora