No me rendiré

461 27 1
                                    

Isabella POV

Ya no aguantaba con la incertidumbre tenía que buscar ayuda porque esto me estaba sobrepasando. Después de pensarlo tanto decidí que contarle a Choi sobre las amenazas era lo mejor. Él siempre me demostró ser una persona más racional que impulsiva como Ji.

Salí de mi casa diciéndole a mi esposo que iría donde Choi. En mi bolso guarde todos los correos. La casa de Choi no quedaba muy lejos por lo opte por caminar. Omma me dijo que es bueno que realice un poco de ejercicio pero cometí un grave error al no pedir a Ji que me acompañara.

Desde que salí de la casa noté como alguien me seguía. Apresuré el paso y escuché como atrás de mi alguien lo hacía también. Empecé a dar vueltas a entrar y salir de varias tiendas pero a pesar de todo aún podía sentir como era perseguida. Hice lo imposible para llegar rápido al edificio donde vivía Choi. Cuando entré pude sentirme un poco más segura pero aun así necesitaba llegar a donde Choi. Entré sin demora al ascensor y aplaste el 8 piso pero justo cuando estaban por cerrarse las puertas de la nada apareció una mano.

Aquella mano con manicure perfecto pertenecía a nadie más, ni nadie menos que Kiko

-No te acerques Kiko sabes que tengo una orden de restricción para ti.

Kiko: te dije que te enviaría al cementerio dudo que desde ahí me puedas hacer algo – dijo parándose delante de mí y aplastando el botón del 4 piso.

-Kiko tú eras quién me estaba amenazando. Por favor déjame en paz. Sé que no eres una asesina – dije rogando

Las puertas se abrieron en el cuarto piso y Kiko me agarró muy fuerte de la muñeca forzándome a salir del ascensor.

Kiko: Créeme que intenté ser buena persona. Cuando te empujé por las escaleras me asusté mucho incluso recé para que no pasara nada yo solo quería asustarte para que dejaras a Ji. – su expresión era de nostalgia y tristeza pero de pronto la sustituyó una sonrisa macabra.- pero no te alejaste, es más llegaste a casarte con el – empezó a sacudirme – Eres la flamante Señora Kwon – y con desprecio me empujo a un balcón que había en ese piso y cerró tras de ella la puerta de vidrio. Mientras caía hice lo posible para que mi bebé no saliera lastimado. Mi cabeza empezaba a doler y la visión me comenzaba a fallar. – ese título era mío.

Estaba completamente aterrada ya sabía delo que era capaz cuando esta mujer perdía la cordura. Kiko dejó de mirarme y fijo su vista en el horizonte. Yo evité hacer cualquier movimiento no quería alterarla más, solamente me quedé sentada en el suelo. Además sería imposible con el dolor de cabeza que tenía.

Kiko: Sabes Isabella, en serio lo intenté, pero cuando los veía tan enamorados tanta cariñosos algo en mi hacia que explote una rabia incontrolable. – se acercó a mí y se agacho hasta mi altura. – No te basto con haberte casado con el sino que lo obligaste a tener un hijo contigo – en ese momento empezó a sacudirme muy fuerte mientras jalaba de mi cabello – tu maldita egoísta decidiste darle otro hijo a Ji. No te basto meterle por los ojos un hijo bastardo sino que te embarazas dos veces de él. – Yo solo empecé a llorar, temblaba del miedo. Le imploraba a Dios de que Kiko no empezará a golpearme en la barriga. – Te di una oportunidad para que te alejaras pero no lo quisiste hacer ahora solo necesito que desaparezcas. – Me soltó – pero primero levántate la señora Kwon tiene que morir con dignamente.

Lo intenté pero las piernas empezaron a fallarme. Mi barriga empezó a dolor enormemente. Kiko vio mi condición he hizo que me levante y me apoye en la pared.

Kiko: Esperaba más pelea de la mujer de la que Ji se enamoró pero mírate tiemblas como un pequeño gatito – era verdad, estaba aterrada pero no le iba a dar el gusto de verme tan indefensa debía ser algo para luchar no podía darme por vencida.

Quiero un papáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora