Te amo

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El beso que empezó suave se tornó cada vez más pasional. Cada vez se hacía más intenso. El me sujetó de la cintura y yo metí mis mano entre su cabello. Nuestras bocas se movían con desesperación buscando algo más. El me mordió el labio inferior pidiendo permiso para meter su lengua. Yo accedí pero al encontrarse nuestras lenguas creo que por un momento se sorprendió. Creó que era lógico el no sabía de la existencia de mi piercing en la lengua pero después de eso nuestras lenguas empezaron una deliciosa danza e incluso empezó a jugar con mi piercing. No soportaba más y le mordí el labio. Quería que entendiera que necesitaba más. Y lo entendió. Su boca empezó a descender por mi cuello. Y yo empezaba a gemir sutilmente.

Cada vez me sujetaba con más firmeza pegándome a su cuerpo. Y yo acariciaba su espalda. Los dos estábamos desesperados por sentir el cuerpo del otro. Sin perder más el tiempo me levantó y yo enrolle mis piernas en su cadera. El empezó a caminar mientras yo besaba su cuello.

Llegamos a la cabaña y sin dejar de besarnos entramos a la habitación.

GD: No sabes lo que esperado para poder quitarte ese vestido. Desde que te vi con él quería saber cómo sería quitártelo.- yo solté una risita.

-Justamente Vero me dijo que hoy cualquier hombre que me viera trataría de meter bajo mi vestido- el gruño suavemente

GD: no cualquier hombre, solo yo. No sabes cuánto te deseo.- y volvió a besarme el cuello.

-yo también te deseo Ji, sé que es muy pronto pero ya no soporto más.-

Solo bastó con decir eso y el me despojó de mi vestido. Por un momento me sentí avergonzada de mi cuerpo. Quería cubrirme con las manos pero el no me lo permitió.

GD: no te cubras. Me fascina tu cuerpo. Eres hermosa.- me dijo al oído.

-mmm no sé porque lo dices. Podrías tener a tus pies cualquier cantante, actriz o modelo con un cuerpo perfecto.- empezó a hablar mi inseguridad. –Yo en cambio estoy lejos de eso. Pasé por un embarazo que me dejo el cuerpo con un poquito de libras además ....

GD: y eso es lo que más amo de ti. – Me interrumpió- Aquí –dijo mientras me tocaba el abdomen- aquí tuviste a mi campeón por nueve meses. Lo trajiste a este mundo y me siento agradecido de que así haya sido. No digas que no eres perfecta porque para mí lo eres. Solo por ti, mi cuerpo se enciende de esta manera. – Dijo mientras me apegaba a su cuerpo para que sintiera su erección. Eso me excitó a mí también.

-¡Dios mío! Bésame Ji- y mientras me besaba yo aproveché para quitarle la chaqueta. Poco a poco fui desabotonando su camisa hasta que cayó al suelo. Empecé a acariciar su pecho. Ji con el mayor descaro del mundo bajó su cabeza hasta mi pecho y empezó a besarme los senos por encima de mi sostén. Mi respiración se hizo muy irregular y gemía con mayor fuerza. Lo necesitaba ya. Este hombre me encendía y me excitaba de sobremanera.

El me recostó en la cama y se puso encima de mi. Empezó a restregar su cuerpo con el mío de una manera deliciosa. Yo ya me encontraba demasiado mojada. Baje mis manos hasta su pantalón y lo desabroché, el me ayudo a quitárselos por completo. Después el desabrochó mi sostén y lo botó al aire. Ahora solo su bóxer y mi tanga quedan interponiéndose en el camino. El besó mis pechos. Utilizaba la boca de manera exquisita sobre mis senos. Los lamía y los chupaba con desesperación. Ahora yo no podía reprimir mis gemidos. Ji también soltaba uno que otro gemido y sonido de placer.

El se deshizo de su bóxer y empezó a besar mi abdomen.

GD: Desde que vi tu cuerpo mientras te ponía mi sudadera quería hacer esto.- besó y recorrió con su lengua mi tatuaje. Hasta que llegó a mi tanga. La sujetó con los dientes y la deslizó hasta abajo. Verlo hacer eso fue la imagen más erótica que había visto en mi vida.

Quiero un papáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora