Luna, mar y girasoles

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Isabella POV

Estábamos regresando a casa. Mi hijo se había quedado dormido en el asiento trasero. Estaba tan cansado por toda la diversión del día de hoy. Apenas llegamos a la casa Ji bajo a mi hijo y lo llevó a su cama. Yo me fui a mi cuarto. Le había pedido un tiempo para cambiarme. Apenas entré por la puerta Vero me atacó con todo su arsenal de preguntas. Le conté todo lo que había pasado. Incluso le mostré la foto.

Verónica; ¡Aigoooo! amiga parecen una verdadera familia. Estoy contenta por usted. Apresúrate debo arreglarte para tu cena.

Y sin más me puse un vestido negro que poseía un escote muy pronunciado en la espalda. Unos zapatos de taco. La verdad no podía caminar bien con ellos. Es más me parecían ser armas letales. Pero Vero me dijo que eso era indispensable para realzar mi figura. Vero me hizo unas suaves ondas en el cabello. Debo decir que quedaron fenomenales porque atrás las ondas se mezclaban con mi cabello fucsia. Un maquillaje más fuerte que hizo que me ojos se vieran más verdes, Un labial rojo intenso y listo.

Verónica: Isabella vas a dejar a Ji babeando. Y te aseguro que no regresarás a dormir.

-No digas eso Vero vamos a salir solo en plan de amigos. Además por más que quiera es muy apresurado que pase algo más entre nosotros.

Verónica: amiga bien que quieres que pase algo entre ustedes. Pero si no pasa, por lo menos lo tendrás atormentado toda la noche queriendo ver lo que tienes bajo ese vestido. Es más si yo no estuviera segura de mi sexualidad yo mismo intentaría algo contigo jajajaja

-Babo que dices. Me estas asustado Vero

Verónica: Solo digo la verdad. Estas despampanante. Cualquier hombre que te viera trataría de meterse bajo ese vestido.

-ya me voy si sigo escuchando tus locuras soy capaz de arrepentirme y decirle a Ji que me siento muy cansada para ir.

Verónica: Anda ya Isabella. Ji debe estar desesperado. No mejor déjame ir primero quiero ver su reacción.

Vero salió primero. Me miré por última vez en el espejo y salí. Y ahí estaba el. No sé a qué momento ni cómo pero el también llevaba otra ropa. Un terno negro que le hacía ver más sexy de lo que ya era. Por un momento me sentí que no estaba a la par de él. Pero cuando me regreso a ver deseche toda idea. El literalmente me estaba comiendo con la mirada. Podía ver como sus ojos se tornaron negros de deseo. Lo único que pude hacer fue sonrojarme.

GD: Isabella estás.... Estás... wow no tengo palabras. Soy un hombre malditamente suertudo por tenerte para mi esta noche.

-gra.. gra.. gracias- atiné a decir.

Verónica: No te dije Isabella, el hombre literalmente tiene la baba por el suelo jajajajaja

-n.. noo.. nos vamos- dije sin tomarle mucha importancia al comentario de Verónica.

GD: si vamos- pero se volteó a ver a Vero- y gracias, tomaré en cuenta lo que dijiste.

Verónica: Ya váyanse no se preocupen. Yo estaré esta noche aquí cuidando a mi sobrino.

Ji salió y me ayudo a subirme al carro. Se acercó a mi y por un minuto pensé que me besaría pero solo me coloco el cinturón del carro. Me sentí un poco decepcionada. Realmente quería que me bese.

-me dirás lo que te dijo Vero. ¿Qué vas a tomar en cuenta.- le pregunte. Tenía mucha curiosidad por saber que le dijo.

GD: heee no. No voy a decírtelo eso dependerá de lo que tu quieras.

-¿De lo que yo quiera?- ahora si estaba realmente confundida.

GD: no te preocupes y solo disfruta de la noche.

Quiero un papáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora