Capítulo 4

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CAPITULO 4

HERMIONE

Años después...

Usé ropa muggle y salí del hotel de Londres rumbo a la estación de Kings Cross, me sentía impaciente y ansiosa, veía niños que llegaban y atravesaban el muro pero no veía llegar a Severus, estaba por aparecerme en La Hilandera cuando lo vi... su rostro es algo que nunca olvidaré en la vida, era asombro, era alegría... entusiasmo, dejo caer un grueso libro que llevaba en las manos y corrió hasta mí abrazándome de la cintura con fuerza.

- Mi madre no se equivoco, dijo que no te perderías este día y vendrías a verme.

- Nunca me hubiera perdido desearte un buen año escolar Severus, – veía algo distinto en él pero no lograba distinguirlo, me mostraba varias facetas.

- Hola Hermione, – Eileen me saluda que es la que lleva el carrito con las pertenencias de Severus – Aún queda media hora... ¿te gustaría ir a la cafetería?

- Me encantaría.

Los sentamos en una mesa circular y Eileen y yo pedimos café mientras que Severus una limonada, ella también estaba muy distinta llevaba una falda color gris oscuro y una blusa sin mangas blanca, su cabello estaba un poco más corto que cuando lo recuerdo pero en esta ocasión suelto y ahora el maquillaje y la sonrisa la hacían ver hermosa... Ojala mi Severus pudiera ver a su madre así, apuesto a que nunca tuvo la suerte de verla tan tranquila y sin preocupaciones.

- ¿Dónde habías estado Hermione? – me pregunta Sev.

- Tuve que hacer unas cosas importantes... pero dime tú ¿qué ha pasado en mi ausencia?

- Algo maravilloso, después de que te fuiste mamá y yo dejamos la casa, bueno yo estaba triste porque no sabrías como encontrarme si regresaba pero mamá dijo que tú encontrarías la forma.

- Acudí a mi hermana y me dio algunas joyas que eran mías y las vendí todas, no contaba con el apoyo de mis padres así que rente algo modesto en Hogsmeade, yo no tenía otra cosa más que los estudios de Hogwarts así que obtuve un trabajo decente en el Ministerio, creo que a pesar de todo el apellido Prince valía algo... Hace dos años mi madre fue a visitarme y ahí se encontraba Severus, el hecho de que él fuera brujo y no un squib o muggle les simpatizo y más de que se parece a mi abuelo, ofrecieron que nos fuéramos a la mansión pero te recordé a ti y sabía que no era buena idea... así que seguimos en Hogmeade, te daré la dirección por si un día te decides ir a visitarnos, ahora es una casa un poco más grande y linda.

- ¿Nos visitaras Hermione? – me pregunta emocionado.

- Seguro Sev... más adelante lo haré.

- ¿Y Tobías?

- Tuve la fuerza Hermione... después de que le enseñé un par de hechizos y maldiciones no volvió a molestarme, arreglamos el divorcio todo por medio de abogados, dijo que no quería volver a verme... él se quedó con la casa, y no lo volvimos a ver, creo que al ser todo de común acuerdo fue más rápido... por supuesto que me tuvo que dar una pensión por nuestro hijo pero al inicio sólo la acepté para tener la satisfacción de mandarlo a prisión por incumplimiento, después de hacerlo un par de veces renuncié a ella, – confiesa entre risas.

- ¿Y tú Eileen? ¿Rehiciste tu vida?

- No.. confié en un hombre y mira lo que hizo... y sabes a lo que me refiero, jamás le confiaría a otro hombre a mi hijo, Severus no necesita eso ni yo tampoco.

Mi último regalo (Sevmione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora