Mi último regalo (Sevmione)

Capítulo 7

CAPÍTULO 7

SEVERUS SNAPE

Nunca me gustó el consultorio de mi madre, siempre me recordaba a la enfermedad de Hermione, pero pasaban las horas y nadie salía de la maldita sala... si la perdía yo sabía que nunca iba a perdonármelo...

Cuando ella se fue de mi casa algo en mí quedo en shock, no entendía nada, no lograba comprender quién era ella a qué había ido, y los sentimientos hacia ella eran tan confusos, cuando era un niño ella era una especie de ángel, me protegía y veía por mí, era mi amiga tal como lo había prometido, era todo en mi vida... cuando fui creciendo la vi como algo puro, alguien que estaba en los momentos más importantes de mi vida, cuando perdí a Lily ahí estaba ella haciéndome ver lo valioso que era yo y lo importante, era la "razón" ante todo, pero yo no tenía 11 años sino 16 era un mocoso aún pero la veía a ella y era hermosa, tres años después cuando más la necesitaba regresó por error tan débil, tan frágil y tan fuerte a la vez pero increíblemente bella, era mi amiga la misma que conocí cuando tenía 5 años.

Y tuve miedo de admirar su belleza, de cautivarme en su mirada y al saber que venía del futuro mi miedo más grande fue que fuera mi hija, porque me gustaba no en el sentido físico sino más allá, en compañía y emoción; pero respondió mi beso con una sonrisa, y me dejo solo, increíblemente solo.

Pero me dejo fuerte, hice todo lo que pude por ser el hombre que ella merecía, iba a enamorarla, sabía que la próxima vez que la viera sería alguien desconocido para ella, pero iba a ser alguien respetable y me esforzaría. Nunca me gusto Hogwarts pero ella llegaría ahí y nunca deje mi trabajo, odie a cada mocoso molesto que llegó a mi salón de clases, me quede a vivir con mi madre porque era lo único bueno que tenía en la vida, además sólo la veía en vacaciones o cuando ella podía.

Se comportó tan extraño cuando Hermione se fue, estudio Medimagia a pesar de que ya tenía un buen trabajo, hizo especialidades en varios lugares, al primer país a donde se fue, fue Moscú, luego a Múnich ahí duró casi tres años, los demás lugares iba como a hacer pruebas y cuando por fin termino viajo por todo el mundo recolectando ingredientes, fue cuando lo entendí, ella intentaba salvarle la vida a Hermione y quise ir con ella pero yo debía estar aquí esperándola y prometió explicarme su enfermedad cuando ella lograra entenderla.

Un año antes de que Hermione llegara a mi vida mí madre se instaló de nuevo en la casa, se había casado con un francés que la ayudaba en todo, creo que él sabía más que yo, se llamaba Louis.

La enfermedad de Hermione era una de las cosas más raras que existían, le injertaron un virus con una maldición poderosa y sellaron de tal forma que se propagaba afectando su sistema inmunológico, su cuerpo no se defendía del ataque y se iba muriendo por dentro órgano por órgano, era hereditaria su enfermedad y su posible tratamiento sería un experimento para ella, podría morir en esa maldita camilla donde la deje, podríamos ganar tiempo o salvarle la vida.

Mi madre me explicó en qué consistía el tratamiento, utilizó algunos artefactos muggles que decía no estaban tan mal, le ponía varias pociones mezcladas y muy bien diluidas directamente en la vena, era un aparato que consistía en una bolsa donde mi madre ponía la poción y bajaba por un tubo de plástico hasta las muñecas de Hermione, ella decía que con eso ganaba tiempo atacando a virus directamente, hacia el trabajo de su sistema inmunológico. La otra parte del tratamiento era por medio de contramaldiciones y hechizos, eran 14 brujos y magos que trabajarían en pareja en siete puntos clave en el cuerpo de mi esposa, mi madre dirigía todo el proyecto y nivelaba la magia orientando a dos medimagas que se encargaban de las pociones.

Mi madre se obsesionó, ella decía que Hermione había arriesgado sus últimos días para salvarla a ella y no iba a dejarla morir, trajo magos de todo el mundo, los aurores más poderosos... juraba que no iba a fallar pero veía dolor en sus ojos por la inseguridad del tratamiento.