☆ capítulo veintiuno; sueño

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Charlie

Me alejo de Luke antes de que pueda hacer algo estúpido, como una proposición.

¿Qué demonios sucede contigo?

Antes de poder dar más que algunos pasos, recuerdo mi coche. Me doy la vuelta y vuelvo a llamar la atención de Luke antes de que se aleje. Extraigo mis llaves y se las doy. Veo su ceño detrás de la visera ahumada de su casco.

-¿No las necesitas para entrar?

-Tengo una copia -le explico.

Asiente una vez y toma las llaves, deslizándolas en su bolsillo.

Le doy una sonrisa rápida y luego me alejo. Me niego a mirarle de nuevo, aunque sé que todavía está en la acera. Puedo oír el murmullo ronco de su moto. Pero más que eso, puedo sentir sus ojos en mí. Tan solo deseo que fueran sus manos en su lugar. Y su boca.

Cierro los ojos y echo mano a la llave de repuesto debajo de la maceta de flores en el porche. Entonces, abro los ojos para empujar en la cerradura y abrir la puerta y le oigo acelerar y marcharse. Supongo que esperaba a ver si podía abrir la puerta sin las llaves que le había dado.

¡Oh Dios! No me muestres su lado dulce y considerado. No tendré ninguna posibilidad.

Después de entrar, me apoyo contra la puerta y permanezco allí con los ojos cerrados hasta que ya no puedo oír ni el más leve rumor de la motocicleta de Luce.

Siento en mis piernas y trasero el hormigueo de las vibraciones de la moto. El resto de mí vibra por haber estado rodeando a Luke.

Hormigueo o ansia. O las dos cosas.

Frustrada-tanto sexualmente como conmigo misma por mi absoluta falta de control sobre mis hormonas-enciendo la luz y me aparto la puerta hacia afuera. Lo primero que veo es el jarrón de flores sobre la mesa de café en la sala de estar. Son un punto brillante de color en una habitación silenciosa. Camino hasta los lirios y hundo la nariz en una. Huele maravilloso, pero algo asoma cerca de mi boca. Una tarjeta.

Echo mano al pequeño papel. Me siento mal por leer la correspondencia de Marissa. Pero por otra parte, no debería dejarla tirada por ahí. O sobresaliendo sobre el arreglo floral.

Mientras saco la tarjeta del sobre, me castigo otro poco por infligirme más tortura. Estoy segura que las flores son de parte de Lucas. Y estoy segura de que la tarjeta es probablemente una nota dulce y amorosa que me despertará deseos de saltar de un edificio muy, muy alto. Pero eso no me detiene. Soy demasiado curiosa, así que lo leo de todos modos.

Y me llevo una gran sorpresa.

"Charlie, si necesitas cualquier cosa, llámame. Nunca estoy lejos. Lucas."

Una oleada de emoción corre por mi espalda. Debe de haber usado las llaves de Marissa para entra y dejar las flores para mí. No puedo evitar preguntarme si simplemente las dejó y se marchó o si permaneció allí unos pocos minutos. O si se paseó por allí. O fue a mi dormitorio.

Dudo que Lucas hiciera algo como eso y esa idea debería asustarme. Solo que no lo hace. La idea de que podría haber echado un vistazo en mi cuarto me emociona por algún motivo. Y ya estoy bastante excitada por culpa de su peligroso hermano.

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⏰ Última actualización: Oct 26, 2015 ⏰

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