Charlie
Tal vez es el síndrome premenstrual. Tal vez es sólo el estrés de demasiados cambios muy rápido. No tengo ni idea, de verdad, pero me siento como si de repente, mi vida fuera un tren descarrilado.
Y la mayor parte de los restos gira en torno a dos chicos. Dos chicos que, por razones totalmente distintas, están desgarrándome por dentro.
Dos chicos que quiero. Dos chicos que no puedo tener. Dos chicos en los que no puedo dejar de pensar.
Deseo a Luke-gravemente-en un nivel puramente físico, a pesar de que es lindo y encantador, lo cual suma al nivel de peligro. Pero deseo a Lucas con igual gravedad, pero de una manera diferente. Hay un componente físico seguro. Él me excita algo feroz. Pero es el tipo de persona que quiero, lo que necesito en mi vida.
Creo que no retuve una sola palabra en ninguna de mis tres clases hoy. Estoy más agradecida que nunca de que una gran cantidad de la materia es una menudencia: estadística, sociología y mecánica corporal, que es como la versión universitaria de la clase de gimnasia.
En el momento en que vuelvo a casa, estoy agotada. Más emocionalmente que físicamente, pero termino sintiendo lo mismo. En el silencio del apartamento, sabiendo que tendré todo para mí durante dos semanas (un hecho que deduje accidentalmente en lugar de que Marissa esté diciéndomelo por sí misma), decido acostarme en el sofá para tomar una siesta corta.
Me levanto a las 16:30, sin sentirme mejor. Sólo floja. Sigo sintiendo repulsión en general, por lo que alcanzo mi teléfono y llamo a Shawna. Salta el buzón de voz, el cual me informa que está con su madre escogiendo flores para su boda.
La única otra amiga muy cercana que tengo es Ginger, la camarera con la que trabajé en Tad durante años. Gracias a Dios, está en casa.
Después de hablar durante varios minutos, se pone franca, al estilo Ginger. -Muy bien, suéltalo. Algo está mal.
-No, no pasa nada.
-Eres una mentirosa terrible y te odio por haberlo intentado.
Me río.
-No, no lo haces.
Hace una pausa.
-Está bien, no lo hago. Pero la única manera que puedas compensarme es que me digas qué diablos pasa contigo.
Ginger también tiene una facilidad con las palabras.
Suspiro.
-Creo que estoy sólo extrañando el hogar y los amigos y... no lo sé. La vida sólo se siente... complicada.
-Ajá. Esto suena como problemas de pene.
-¡Oh Dios mío, Ginger! No son problemas de pene. Crees que todo se trata de sexo.
-¿No es así?
Me río.
-No. No lo es.
-¿Así que esto no tiene nada que ver con un chico?
Hago una pausa.
-¡Ajá! ¡Lo sabía! Problemas de pene.
-Bueno, parece que la causa de algunos de mis problemas pasa a tener un pene. Bueno, dos en realidad.

ESTÁS LEYENDO
down to u ♤ [l.h]
RomansaEl tórrido relato de una chica, dos hermanos, y un triángulo amoroso... que no lo es. Para Charlie, está claro lo que debe hacer. Puro y simple. Blanco y negro. Pero lo simple se vuelve complicado cuando conoce a Luke y a Lucas Hemmings. Son herman...