☆ capítulo cinco; una mátir.

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Charlie.

—¡Oh Dios mío! ¡No puedes estar hablando en serio! — murmura Shawna con la boca llena de pastel de bodas. Quiero reírme de las migajas que vuelan de entre sus labios. Vine con ella a una degustación de pastel que ha sido de lo más divertido, en segundo lugar después de la despedida de soltera.

—Desearía estar bromeando, pero no. ¡Fue horrible! —Sentí mi rostro sonrojarse en un embarazoso recuerdo sólo de volver a contar lo que había pasado con Lucas.

—Bien, al menos fue el hermano y no él quien prácticamente acosaste. Golpee el brazo de Shawna.

—¡No lo acosé prácticamente!

—No, pero querías.

—Definitivamente yo...

—¡No me mientas, jovencita! Te conozco demasiado bien. Tiene toda esa cosa de chico malo. Me sorprende que no lo envolvieras con tus piernas, tus labios y todo lo demás en ese mismo momento.

—Dios, Shawna, me haces sonar como una especie de mujerzuela.

—¿Mujerzuela? ¿En serio? —Me observa con escepticismo. Las dos nos reimos. La mía se convierte en una risa por completo jadeante cuando veo el glaseado rojo pegado a los dientes de Shawna.

—Cállate. Es una palabra de Tracey —explico, refiriéndome a mi madre. Ella era Miss Estirada y Apropiada. Palabras como "puta" y "zorra" ni siquiera estaban en su vocabulario. Aparentemente "divorcio" y "abandono" si estaban, sin embargo.

—No me hagas hablar de ella. ¡Voy a golpear a esa perra! —Sabes, en realidad da un poco de miedo cuando lo dices ahora. Tus dientes se ven como si acabaras de comer el hígado de alguien. —El colorante rojo parece sangre en su boca.

—Lo hice. Y fue delicioso, con un buen Chianti y algunas habas —dice con su mejor voz de Hannibal, haciendo un extraño ruido chupando después.

Ambas empezamos a reírnos, atrayendo la mirada de desaprobación de la asistente de la elegante tienda.

—Es mejor callarnos. Estoy bastante segura de que es de mala suerte que te echen de una tienda de tartas de bodas un mes antes de tu boda. Shawna sonríe tímidamente a la asistente, sus labios apenas se mueven mientras me habla.

—Si tuvieras un trozo de carbón, podríamos sujetarla, metérselo por el culo y venir recoger un diamante grande y gordo en unos pocos días.

—Estoy bastante segura de que se tarda más de unos pocos días para que el carbón se convierta en un diamante, Shawna.

— No, en ese culo apretado no. —. Dijo Lanzando a la dama de rostro severo un vistazo, cambio de opinión.

—Podrías tener razón.

—Así que, mientras tenemos toda esta comida azucarada circulando por nuestra sangre, vamos a formular un plan para robar a Lucas de Marissa. Estoy bastante segura de que sería el mejor regalo de bodas del mundo que lleguemos a ver la cara de esa puta santurrona.

—¿Qué? ¿Estás loca? ¡No voy a robar a nadie de nadie!

—¿Y por qué no? Este tipo suena como todo lo que siempre quisiste.

Suspiro. —Lo sé. —Y Lucas lo es. Es increíblemente guapo, encantador, obviamente inteligente, exitoso, con los pies en la tierra, responsable, todo lo que mi madre me ha inculcado desde la infancia. Todo lo que ella pensaba que mi padre no era. Y no es un chico malo, lo que es lo mejor de él. No podría estar de acuerdo con mi madre sobre muchas cosas, pero sé que tiene razón sobre en qué clase de hombre poner mis ojos. Lo ha probado en su momento oportunamente una y otra vez. Tal vez alguien como Lucas pueda ayudar a que esa información llegue a mi corazón rebelde. Hasta el momento, parece que estoy destinada a caer con el tipo equivocado.

down to u ♤ [l.h]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora