Dios ya no aguanto esto más, odio a Charlotte con todo mi ser, la maestra se acercó a mí, registro mi herida.
—Tenemos que llevarte a enfermería— dijo la Sra Jackson, mi maestra, todos miraban e incluso los chicos, supongo que Joshua estaría viendo ya que todos miraban— después hablo contigo Charlotte—la señalo, ella sonrió con una sonrisa irónica.
La maestra Jackson me llevo hasta enfermería, me atendió una señora ni tan joven, ni tan vieja, alrededor de unos 55. Me senté en la camilla, la señora me limpio la nariz y me puso vendas en ella.
—Tenemos que llamar a tu casa—me sonrió, y acaricio mi cara, yo asentí.
Mama es diseñadora, casi nunca está en mi casa, creo que vienen unas dos o tres veces al mes, papa murió cuando tuve cinco años, murió en un accidente automovilístico, dudo que la pueda comunicar, aunque mama dijo que iba a venir esta semana.
—Rose, atendió tu mama, dijo que viene en veinte minutos—me sonrió, ¿Por qué no tuve una madre así? Pasaron esos dichosos veinte minutos y mama apareció por la puerta de la enfermería.
—Puede dejarnos solas, necesito hablar con Rose—ni siquiera un "necesito hablar con mi hija" la enfermera saludo y se fue, ella se cruzó de brazos y me miro con una mirada fría—Rose, ¿sabes lo ocupada que estoy con el vestido de Sarah?— era una mujer muy rica, la contrato a mama para que hiciera su vestido de casamiento— tú me llamas por un simple golpe en la nariz.
—Si sabrías lo que dolió— dije tocándome despacio la nariz— supongo que te cuesta mucho preguntar "¿Hija estas bien?" o un "¿Quién fue el o la que te hizo esto?"—dije irónicamente.
—No tienes idea de lo que es perder el tiempo, no lo tienes— yo solté una carcajada, agarre mi mochila y me levante— ¿Dónde se supone que vas?— me tomo de la muñeca y al rato me solté de su agarre.
—Al metro— dije obvia, seguí caminando, pero me detuve—simplemente, se la misma señora de siempre, estoy bien sin ti— seguí caminando, y salí del edificio.
—Oye ¿te dolió?, disculpa se lo quise pasar a Britanny pero falle—sonrió cínica mente, Charlotte, estaba agarrada de la mano de Joshua el me miro ¿con cara de preocupación? No lo creo.
— ¿Puedes dejarme en paz? No sé qué quieres, pero ¿simplemente no te cansas?— susurre.
—No me canso, ven mi amor, vamos a comprar una bebida, ya tengo sed— lo llevo hacia dentro de la escuela, suspire, ¿si fuera así? No, ni lo pienses Rose.
Camine hacia el metro, y de ahí me senté al lado de un chico, estaba durmiendo muy profundamente, lo observaba. Tenía el pelo castaño, su cara era perfecta, pero de pronto abrió los ojos y me miro, mire para otro lado, y él se rió bajito.
—Sé que me estabas mirando— escucho, lo mire y asentí él sonrió.
—Pero no fue mi intención, solo me llamaba la atención— ups, no debí decir eso, el levanto una ceja y sonrió—solo olvida lo que dije— susurre.
—Bueno, soy Steven, Steven R McQueen.
—Yo soy Rose Thompson— dije tímidamente— aquí me bajo, nos vemos Steven— le sonreí y baje del metro, uau que chico, aunque más lindo que Joshua no lo era.
Llegue a mi casa, no tan llamativa, menos mal que mama no vivía tanto aquí, porque si no esta casa sería la más llamativa de San Francisco, entre y escuche a mama hablar por teléfono en la sala, ignore eso, fui a mi habitación y entre a mi baño, me di una ducha, me cambie con mi pijama de lunares rosas y blancos, agarre mi libro de Matemáticas y empecé hacer la tarea que nos había dado el Sr Robin. El maestro más viejo de la escuela, tiene unos 58 años, tiene el pelo color ceniza, debido a la vejez, y siempre lleva esas camisas y una chaqueta, siempre color marrón.
Baje a cenar, si mi madre estaría allí no me importaría, esta chica de 16 años tiene que alimentarse, fui a la cocina, y estaba la cocinera, mama contrata al servicio, ellas me atienden a mí, ya que esta señora no puede cuidar a su hija por su hermoso trabajo. Me coloque en la mesa del comedor, y ahí estaba ella leyendo un libro, no me miro, ni siquiera se dio cuenta de que estaba presente, o eso era lo que yo creía. La cocinera trajo nuestros platos, con comida exquisita.
—Hola hija— yo la mire— perdona lo de hoy, sabes que te amo, pero sacarme así del trabajo que tanto amo.
— ¿Por qué dices que me amas y después dices que amas tu trabajo? Es como si me dijeras "también te amo hija, pero el trabajo que más amo esta primero", por favor déjame comer tranquila mi cena— dije fría, ella asintió y siguió comiendo, termine de comer y me pare, antes de irme ella hablo.
—Mañana me voy a Rio de Janeiro, allí se va hacer el vestido de Sarah, me necesitan ahí debido a que quieren hacerme una entrevista, y seguiré trabajando allí, es lo que tengo pensado.
—Bien— dije nuevamente fría— y... ¿Por qué me lo dices?
—Pues... pensaba llevarte a ti, claro, si quisieras— me miro con cara de una respuesta.
—Tengo muchos años más de escuela, si quieres ir, vete, solo necesito dinero.
—Está bien, es tu decisión, no te obligo— me sonrió, claro, es obvio que no quería llevarme, solo por "obligación"-solo me voy por cinco meses.
—Genial— me fui hacia mi habitación, ¿Qué clase de madre deja a su hija sola por cinco meses? Mi madre.
Cepille mis dientes y escupí, si mi papa estuviera aquí, el me cuidaría, me protegería, estaría siempre aquí conmigo cuando lo necesitaría, ¿porque no tuve una madre que me ame? Me lave los dientes y me fui a mi cama. Joshua, me gusta mucho, me es imposible decir cuánto me gusta.
Alarma, como te amo, eran las 7 en punto de la mañana, agarre mi falda larga, mi sweater color rojo, mi camisa de a cuadros verde, mis botas, me hice una cola de caballo y mis anteojos. Baje a desayunar y mama estaba ahí con su café, un periódico y su maleta a su lado. Ella era muy distinta a mí, usaba maquillaje, tenía una hermosa ropa y hermosos accesorios, quisiera usar algo "diferente" alguna vez.
— ¿Así vas a ir a la escuela?—pregunto mi madre yo asentí—existe ropa mucho más bonita— yo la ignore y me fui al metro.
Hoy no estaba ese chico, Steven, quería cruzármelo aunque sea una sola vez, pero mi suerte no me acompaña, baje en la estación que me quedaba mucho más cerca de la escuela. Y ahí estaba, en la entrada, apoyado a su carro Joshua, estaba abrazando a Charlotte, ella venia vestida, digamos, una "zorra", es la verdad, tenía unos shorts ajustados que se veía todo su trasero y un top que le hacían ver sus curvas, por lo menos no otra cosa. Entre a la escuela, tenía clase de Ciencias, entre a la clase y me senté en mi "a menudo asiento" y espere a que el maestro llegara.
—Buenos días a todos— sonrió el maestro, él era joven, es de esos típicos maestros lindos, que tienen 25 años y que todas mueren por él, menos yo—hoy antes de empezar la clase, vamos a presentar a un nuevo compañero, que llego de New York—él dijo con una sonrisa plena, el chico entro por la puerta, pero no era alguien que no conocía, pues... si, ya lo conocía y no podría creer el destino.
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Ella es mi Nerd.
RomanceTres años escondiendo mi amor, viéndolo a él solo por tres años, el más popular, el más lindo, yo la nerd, la chica fea, la come libros según su patética novia. Pero me canse de ser así y todo va a cambiar. Una típica historia romántica del típi...