Ella es mi Nerd.

Capitulo Seis: Café.

—Me dijiste que no tenías novio.

—Pues no lo tengo— respondí— ¿qué haces aquí?

—Vine a visitarte y a ver si este idiota no te hizo nada— Evan rió.

—No le haré nada a Rose, pues— se le acercó y le hablo en su oreja— dentro de poco seremos novios, no tendrás que preocuparte— le dio una palmada en el brazo— nos vemos, Brand— se acercó a mí— nos vemos hermosa— me dio una beso muy cerca de los labios, Joshua puso cara de pocos amigos, Evan se subió al auto y se fue.

—Hace frío, ¿quieres entrar?

—Si— entramos los dos a mi casa, fui a la cocina y el me siguió, deje mi bolso en una mesa y agarre dos tazas de la alacena.

— ¿Quieres té, café, chocolatada caliente...?

—Café, por favor—prendí la cafetera y deje que haga lo suyo—¿Se... besaron?—preguntó.

—No, él quiso pero yo no.

—Ah y... ¿Por qué?— no sabía si decirle, pienso que se burlara si le digo.

—Todavía— tarde segundos—no di mi primer beso—mire al suelo.

— ¿Es en serio? — preguntó asombrado.

—Sí y no te burles—sonó el ruido del café bajar por la jarra.

—No me burlo, solamente, me parece bien que todavía estés esperando tu primer beso con alguien indicado—me sonrió, yo también sonreí, me levante y serví el café en las tazas, le tendí una.

—Vayamos a la sala, no se para ver una película— sonreí, asintió y fuimos los dos a la sala—¿Acción, Terror, Aventura? — pregunte.

— ¿Romance?

— ¿Te gusta el romance?— asintió— uau— me quede alucinada— eres el primer chico que conozco que le gusta las películas románticas— el río, amo su risa, dios Rose, fui a buscar una película, puse una al azar.

—Rose... despierta— abrí mis ojos lentamente y me encontré con los de Joshua.

—¿Qué? ¿Qué paso?— dije levantándome, creo que dormí encima de él.

—Perdona, pero son las once y mañana tenemos escuela, me tengo que ir— sonrío— y te dormiste encima de mí— me quede con la boca abierta.

—Lo siento, lo siento, lo siento, no quise dormirme encima de ti, en serio lo siento mucho.

—Rose—rió— no cometiste ningún delito, aparte estaba cómodo y calentito— sonrió y yo reí nerviosamente.

—Bueno eh...

—Si me voy— agarró las llaves de la mesa que había dejado y su chaqueta, fuimos a la puerta— mañana nos vemos Rose, cuídate— me dio un beso en la mejilla.

—Cuídate tú también— retrocedió y camino hacia su auto.

Unas ricas tostadas, con mermelada de frambuesa, un café, un jugo de naranja y una manzana, era perfecto para empezar una mañana feliz, me había levantado con mucho ánimo hoy. Subí al metro y estaba Steven con su prima, Rachel.

—Hola chicos— salude a ambos con una sonrisa radiante.

—Rose ¿Por qué tan sonriente?— pregunta Steven— a ya se... estas feliz porque te llevas muy bien con Joshua ¿no?

—No, no es eso— reí—estoy feliz porque... no sé, me levanté perfectamente bien y el día esta hermoso—le guiñe el ojo y levante mi pulgar.

— ¿Te gusta Joshua?— dice Rachel, media seria.

—Eh...— no sabía si responderle—si, me gusta—dije finalmente.

—Ah...

— ¿Por qué me lo preguntas?

—No, por nada— dijo rápidamente.

Bajamos del metro los tres y fuimos directo a la escuela, llegamos a horario y ellos se sentaron atrás, yo al medio, no había visto a Joshua, eso me preocupaba. Salí de clase de Filosofía, con Rachel y Steven.

—Rose, iremos a la cafetería ¿vienes?

—No, tengo que dejar algunos libros y buscar otros, en un rato voy, adelántense—me hizo un gesto de "okey" y fui a mi casillero.

Al abrirlo salió una nota que se fue cayendo lentamente al piso, era de color rosa pálido, lo levante y decía

"Querida Rose: eres la flor más bella de todas, también eres mi favorita.

Atentamente: tu admirador secreto"

Me sorprendí al ver esto, nunca nadie me había mandado algo así, para mí, fue lo más hermoso que me han dicho hasta ahora. La pegue adentro en uno de los costados y fui hacia la cafetería.

—Hola chicos.

—Hola— dicen ellos.

—Me voy a comprar un café, ¿Quieren?— me levante del asiento, sacando dinero sobre mis bolsillos de mis vaqueros.

—Sí, cómprame un latte— dice Steven y tendiéndome el dinero. Voy hacia dónde comprar y agarro los dos vasos, vuelvo a donde ellos están.

—Qué raro Joshua no vino ¿le habrá pasado algo?— dios Joshua, le pido de rodillas a dios que no haya sido nada malo.

—Tranquila Rose, debe estar enfermo— me da una leve palmada, Rachel.

Había tocado la campana, algo que me sonaba raro que Ashley no vino tampoco, no me quiero imaginar, por dios, no quiero pensar que ayer anduvieron juntos. Entre comiéndome las uñas a Literatura, me senté y estaba pensando en ir a la casa de Joshua, después de clases, así me sacaba mis dudas. Deseando que se pasen las horas y al fin se pasaron, salí de la escuela, rapidísima.

— ¿A dónde vas tan apresurada?— dice alguien atrás mío— ni siquiera saludas— me doy vuelta.

—Evan, lo siento, pero estoy ocupada y tengo cosas que hacer, después platicamos—lo saludo con un beso en la mejilla y me voy corriendo al metro.

—Hola Elena, lo siento por venir sin avisar, pero necesito saber cómo esta Joshua, su hijo.

—Pasa Rose, no hay problema, ve al cuarto.

—Solo quería saber cómo se encuentra pero si no hay problema puedo ir a verlo— sonrió como una niña pequeña.

—Anda, ve— me sonríe.

Subo las escaleras y camino hacia su cuarto, la puerta estaba entreabierta, lo vi a él con un trapo en su frente y acostado en su cama. Pase y deje mi mochila en una silla, fui hacia un costado de él, vi su rostro tan perfecto, aunque era hombre tenía unas pestañas largas y hermosas, su cabello estaba revuelto, sus hermosos ojos estaban cerrados. Mi mano se movió por si sola y empecé a acariciar su rostro, su piel era blanca, muy blanca y también muy suave.

¿Qué hago aquí? Acariciando al chico que tengo que olvidar, porque lo mío con él es verdaderamente imposible, solté mi mano, intente pararme pero agarraron mi mano, el, la agarro, en este instante estaré roja como un tomate. Abrió sus ojos, se conectaron con los míos, no sé qué hacer, se me quedo viendo por un largo rato.