Ella es mi Nerd.

Epílogo.

Fue una de esas mañanas que desperté pensando en cómo me sentía. Mi papa ya no estaba conmigo, mi mama no me quería, me trataban realmente mal en la escuela, el chico que amaba desde hace tres años me veía como una nerd, simplemente estaba sola en este raro mundo.

Al pasar el tiempo, poco a poco mi mama se fue dando cuenta que estaba confundida, que me amaba más que a nada. Que el chico que me gusto hace tres años se enamoró de mí completamente y ahora me ama. Ya no me sentía sola.

—Hola bebe—me abrazo por detrás, era víspera de año nuevo.

—Hola amor— me dio una copa, yo le sonreí.

—Falta un minuto—yo seguí mirando el cielo, la gente vecina se reía, tomaban y comían.

—Paso un montón de tiempo y todavía no caigo que tenemos veintitrés—reí como tonta, todavía estoy sobria.

—Sí, y seguimos juntos— sonrió— amor— lo mire, él se arrodillo, quedando solo una pierna apoyada al piso, sacando una pequeña caja roja, la gente empezaba a contar la cuenta regresiva, 5, 4, 3, 2— ¿quieres casarte conmigo?— 1, los fuegos artificiales empezaron a estallar por los cielos festejando el nuevo año.

—Oh dios— me lleve una mano a los labios, asentí y lo abrace, las lágrimas de felicidad ya caían por mis mejillas— te amo— me separe de él y lo bese, no lo puedo creer.

—También te amo hermosa— dijo separándose de mi— míralo— un anillo dorado con un poco de diamantes estaba decorado.

—Es hermoso, te amo, te amo—lo bese de nuevo.

—Tú eres hermosa— diciendo entre besos.

—Hola mama— salude con un abrazo de oso a mi mama, luego a Charlie y a su hijo y nuevo hermanastro mío— hola Sam.

— ¿Eso es...?— me agarro mi mano y observo muy atentamente el anillo que se encontraba en mi mano— ¿se van a casar?— yo asentí alegremente— oh por dios, felicidades.

—Gracias Johanna.

También fuimos a la casa de Ele, ella también tenía un nuevo novio y Joshua estaba celoso. Ahora estoy en Starbucks con mis amigos de mi escuela. Todos estábamos cambiados, Rachel estaba embarazada, obviamente Bryan era el padre y ellos estaban muy cambiados; Stev se casó ya, con una italiana, muy linda.

—Así que estas comprometida— yo sonreí.

—Sí, uno de mis sueños, y se me era imposible que yo me casara con Joshua.

—Y se te cumplió amiga— me toco una de las manos Rachel, yo vi su gran barriga, faltaba un mes para que nazca la hermosa niña que llevaba dentro.

—Vas a crecer hermosa, como tu madre—hablé con la barriga de Rachel y ella rió.

—Rose ¿puedes venir?—me dijo Stev al oído, yo asentí, fuimos afuera.

— ¿Qué paso?

—Es que...—se rasco la nuca— ¿viste las cartas de tu admirador secreto?

—Sí, ahora que me lo recuerdas siempre estuve intrigada por saber quién era—metí mis manos en mis bolsillos, el trago saliva— ¿Qué pasa con eso?

—Fui yo— me sorprendí— estaba enamorado de ti—cerro sus ojos— pero al ver que estabas completamente enamorada de Joshua no me interpuse— yo sonreí y lo abrace.

—Gracias por darme esas notas hermosas, me hicieron sonreír en los días nublados— el correspondió mi abrazo— también gracias por ser mi mejor amigo.

—De nada linda, me alegro que te vayas a casar con el hombre que quieres, te quiero nunca lo olvides— me separe de él y alborote su cabello.

Ya por fin soy feliz, rodeada de la gente que amo y me hace sentir bien. Mi vida dio un giro y para bien.