Me despertó mi reloj dándome un choque eléctrico en la muñeca, lo cual hizo que me levantara, me suponía que ya era de mañana, el reloj me mostró por si solo la hora, ya eran las 10:00AM, me suponía que era una alarma activada automáticamente para mi próxima matanza, la peor alarma que podía haber tenido, no solo por los choques eléctricos, sino también por la razón por la que me despertaba.
-Maldición -exclamé por el choque eléctrico.
Me levanté de la cama con un pequeño dolor de cabeza; me vestí y me preparé, abrí la puerta esperando ver otra vez la arena, pero en vez de eso estaba un pasillo, caminé por el pasillo metálico de forma cuadrada y abrí la puerta al final del pasillo y había una cafetería, asumí que si nos iban a dejar en este lugar tendrían que alimentarnos si querían divertirse con nuestra muerte. Valla forma tan despiadada de tratar a la gente.
Caminé hasta la barra y tomé una bandeja del montón, hice la fila para servirme, he intenté hacer el menor contacto visual posible, me sentía como si estuviera en una prisión con decenas de convictos, temiendo por mi vida, asustado, pero no era una prisión, la comida se veía deliciosa, la gente extrañamente conversaba con normalidad, de todas las personas que había solo un 40% de ellos se veían confundidos o temerosos por su vida, la decoración era muy hermosa, un estilo arcaico, como un barco vikingo, por alguna razón, pero se veía bien.
Decidí sentarme en una mesa que estuviera sola, no quería tener nada que ver con las personas con las que iba a luchar después, si me encariñaba con alguien seria horrible tener que matarlo después, o viceversa, que seria aun peor.
Me había servido, del grandísimo bufet algo simple, puré de papa, arroz, jugo de naranja, tocino, y huevos revueltos, tal vez el desayuno mas grande que haya tenido, ya que, cuando estaba en mi departamento, me daba mucha flojera cocinar algo muy grande y solo cocinaba cosas rápidas, el sueño me ganaba muy seguido así que no me animaba a nada de mañana.
-¿Puedo sentarme? -preguntó un chico con voz llena de vida.
Levanté la mirada de mi plato para concentrarme en el sujeto; ojos marrón oscuro, pelo castaño, caucásico, con una cicatriz en la mejilla izquierda de una cortada profunda.
-No lo sé -le respondí fríamente.
-Lo haré de todas formas -me respondió insistente.
-Como quieras.
Se sentó a mi lado y extendió la mano amablemente con una sonrisa pequeña en su rostro. Sin más opción le estreché la mano para saludarlo y volví a fijar la mirada en mi plato.
-¿Es tu primera vez aquí verdad? -preguntó tratando de sacar conversación.
-Si -le respondí en voz baja mirando el plato con cara de tristeza.
-Es duro, ¿verdad?
-Un poco.
-Asumo que la primera muerte fue muy difícil para ti, ¿verdad?
-Un poco.
-¿Sabes decir otra cosa además de "un poco"?
-Perdón.
-Oye, no te disculpes, no hiciste nada malo. Mira, solo quisiera aconsejarte un poco, ya que estuve aquí el año pasado y, con mucha suerte gané, pareces una buena persona, y quiero ayudar un poco a los nuevos en esto, ¿de acuerdo?
-Aun si llegara lejos en algún punto tendría que pelear contra ti.
-Ya no le tengo miedo a la muerte, así que no importa.
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Battle Master King
Science FictionDemian Springer, un chico común y corriente que vivía solo, un día fue secuestrado, al despertar se ve en un cuarto de habitación lujoso; Demian, contra su voluntad, es forzado a pelear en un torneo que se lleva a cabo cada año llamado el "Battle Ma...