-Maldición -exclamé arrastrándome por el piso adolorido, mi corazón aun latía y mis neuronas aun me ayudaban a mover mi cuerpo, y mientras eso fuera así no me rendiría, por lo menos no hasta morir.
Me deslicé adolorido llenando el piso con un rastro de sangre, estaba acabado y sentía que ya no podría continuar, pero no me quería rendir aun. Me levanté con un esfuerzo inhumano y caminé manqueando hasta llegar a la puerta, donde vi que solo habíamos llegado seis de los diez que partimos al inicio de la carrera; el chico que me hablo antes estaba sentado en una esquina de la habitación cansado y cortando parte de su camisa para usar la tela como vendajes.
Caí rendido al piso, lo había logrado, había terminado la carrera, por fin; todos estábamos en esta habitación con forma cubica, todos desahogados por el sufrimiento que habíamos pasado, no era raro que yo estuviera tirado en el piso, ya per al menos dos personas mas estaban casi desmayadas. De pronto una alarma comenzó a sonar y la voz del presentador comenzó a sonar:
-¡BIENVENIDOS CORREDORES A LA ETAPA FINAL DE LA CARRERA!
-¿Etapa final? -exclamé sorprendido abriendo los ojos rápidamente.
-¡LOS COMPETIDORES QUE AUN SIGUEN EN PIE COMPETIRAN EN UN JUEGO DE MUCHA SUERTE PARA VER QUIENES SOBREVIVIRAN Y CONTINUARAN EN EL JUEGO!
-Imposible, de supone que ya terminamos el pasillo.
-¡LA SEGUNDA PARTE COMENZARÁ AHORA! Prepárense para el agua.
De pronto el piso de la habitación comenzó a temblar y desde el centro comenzó a romperse, se dividió toda la habitación en cuadrados como un juego de ajedrez y se fueron cayendo rápidamente, tan pronto llegó al mío me alarmé, estábamos todos cayendo por un precipicio gigantesco, se veía un pequeño poso de agua, al que era obvio que debíamos aterrizar, el resto del suelo estaba cubierto de agujas y vidrios rotos.
La caída parecía larga, pero el suelo se veía cada vez mas cerca, fue entonces cuando decidí tomar algo de valor, mi decisión estaba tomada. Cada parte de mi cuerpo tomaba fuerza de donde pudiera, y yo trataba de concentrarme lo menos posible en el dolor.
-Bien, estoy arto de esto, no podré resistir hasta el final.
Fue ahí donde se me ocurrió una brillante idea para acabar con esto, pero antes de cumplirla debía vivir, debía terminar esta carrera del infierno. Coloqué mis pies en la pared mientras caía y me empujé rápidamente impulsándome hasta el centro, donde estaba el agua, roté mi cuerpo para quedar en posición vertical, cabeza abajo.
-¡Si voy a caer, voy a caer como un rey! -exclamé decidido-. ¡VOY A CAER COMO EL REY MAESTRO!
-¡ASI SE HABLA, DEMIAN! -Me gritó el chico del cafetín-. ¡Caerás como el rey maestro, tú serás el próximo Master King! -puso sus pies sobre los míos y con ellos me empujó con ellos haciéndome caer mas rápido, lo que disminuía la posibilidad de desviarme y caí en el agua.
Su acto me había garantizado la victoria en la carrera, aunque no supe si logró entrar al agua.
Comencé a nadar por un túnel que medio podía ver, ya que podía entreabrir los ojos por el agua. Mi cuerpo me dolía, y cada brazada para nadar era un suplicio, cada vez me acercaba mas a mi objetivo, una luz que se podía medio distinguir al final del túnel, pero luego alguien me haló de la pierna y me apartó del túnel, yo, lo mas rápido que pude estando en el agua y saqué un cuchillo de mi chaqueta que me había robado de la primera batalla, se lo clavé en la pierna antes de que pudiera escapar, lo halé hacia mi y saqué el cuchillo de su pierna solo para insertarlo en su cabeza, volverlo a sacar y luego dejar que su cadáver cayera por el amplio túnel hasta el fondo. El agua a mi alrededor se había vuelto parte roja por la sangre, quería ganar, si no legaba de primero seguramente no ganaría los puntos.
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Battle Master King
Science FictionDemian Springer, un chico común y corriente que vivía solo, un día fue secuestrado, al despertar se ve en un cuarto de habitación lujoso; Demian, contra su voluntad, es forzado a pelear en un torneo que se lleva a cabo cada año llamado el "Battle Ma...