Salí del cuarto en la mañana, dos minutos de antelación a mi reloj, lo cual me alivió, ya que no me electrocutaría de nuevo.
Había mañanas muy simples en este lugar, la mayoría de la gente se veía fuerte, pero ninguno quería matar, solo lo hacían para ganar los juegos cuando no tuvieran opción, uno pensaría que con tanta gente así aquí, todos los días alguien se metería en una pelea en la cafetería, pero no era así; todos eran muy amables, al punto del respeto, sobretodo conmigo, lo cual era de esperar.
Zack no había salido, así que tenía toda la mesa para mí, lo cual significaba paz y tranquilidad, nada de discursos motivadores que no necesito, nada de "Demian, lograrás mucho", ni ninguna de esas mierdas. No necesitaba palabras de aliento, solo necesitaba palabras, palabras comunes y corrientes que me hicieran olvidar el lugar en el que estaba, conversaciones sin relación a las peleas y los concursos que pasaban. ¿Era mucho pedir?
Había veces en que no podía diferenciar a que se parecía más este lugar, si a un circo, un hotel, una cárcel o una feria, ya que tenía un poco de todas esas cosas. Esos momentos donde podía estar solo y comer en paz eran hermosos, sin embargo en esos momentos donde estaba solo, tenía todo el tiempo para reflexionar, recordar y pensar, y por eso no era tan bueno de cierta forma; era una contradicción, si estaba solo me tranquilizaba, pero recordaba todo el dolor que había sufrido, cuando estaba acompañado me fastidiaba, pero alejaba mi mente de los pensamientos horribles que solía tener; lo más lógico a seguir era la segunda opción.
Más que los juegos, lo que más recordaba era mi vida...
–Mi nombre es: Demian Springer... –susurré mirando la bandeja de comida con desdén y dándole una mordida a mi sándwich.
Soy un hombre de 24 años de edad, soltero, solitario, la única mujer que he amado murió, seguramente mi perro siberiano también murió, ya que llevo semanas sin poder alimentarlo; mis padres viven a miles de kilómetros de distancia y no quieren verme más, y la única razón por la cual sobrevivo en este juego es por mi entrenamiento militar a los 18 años... la verdad no soy alguien de admirar, no soy alguien especial, ni mucho menos alguien que deba ser tan importante en la vida, solo soy una mierda, y como mierda me quedaré. No necesito que me aplaudan, que me den palmaditas en la espalda ni mucho menos un montón de "lame botas" adorándome como un Dios, nunca lo dije en voz alta, y creo que nunca lo diré, pero la única razón por la que quiero destruir este juego es por mi, para poder irme a casa; yo, al igual que muchos héroes de la historia estoy impulsado por motivos egoístas, es normal en las personas, y más que nada, es normal en mi, sin embargo, por la interpretación de los demás, ante sus ojos seré el héroe que acabó con un reinado de tiranía. Pura basura.
Escuché un sonido en la pantalla de arriba, un grito de dolor de una voz masculina. Un sujeto lleno de cortaduras y golpes en el cuerpo estaba siendo azotado por un látigo una y otra vez, lo extraño es que cuando el látigo lo golpeaba le hacia una cortadura de la nada.
La cámara hizo un alejamiento y pude ver quién estaba brindándole los latigazos; una chica, morena, un tanto enana, ojos cafés, cabello rubio, y una ropa toda gastada, como si fuera una naufraga, lo cual era raro porque las habitaciones tenían ropa nueva, lo tenia sometido en todo sentido, el chico estaba tirado como bola asustado y llorando hasta más no poder, la multitud estaba enloquecida, quería que terminara el trabajo y esa chica les estaba dando el espectáculo de sus vidas, cada latigazo que le daba a esa alma inocente le rasgaba la carne por alguna razón, y ya que era profunda la sangre salía con facilidad.
–¿QUIEREN QUE LO ACABE? –preguntó la chica al publico haciendo que los gritos de la multitud aumentarán.
De repente le dio una patada en la cara y lo tiró hacia un lado, dejándolo acostado boca arriba en el piso de cemento.
YOU ARE READING
Battle Master King
Science FictionDemian Springer, un chico común y corriente que vivía solo, un día fue secuestrado, al despertar se ve en un cuarto de habitación lujoso; Demian, contra su voluntad, es forzado a pelear en un torneo que se lleva a cabo cada año llamado el "Battle Ma...