Resurrection: Restore Life |3° Temp. de C.YTr.| [YouTubers] |PAUSADA|

"Capítulo 38- Arresto."

+Continúa la narración por parte de la autora.

(En el capítulo anterior...)

—Despertemos a Jason, así lo discutimos todos. —sugirió Sara.

(Capítulo 38- Arresto...)

Aeropuerto pricipal de Madrid, España.

-Narra S.L.D. ó D.F.S.

Sólo esperaba a que me devolvieran el pasaporte junto al resto de papeles, largo viaje será de regreso a Argentina.

« Debería alquilar un apartamento... Pero si no estoy en esa casa Margaret sufriría bastante... Ahg »

—Disculpa un momento, por favor. —me habló la chica que me atendía para retirarse.

Bueno... Al menos no hay tanta gente.

—Joven, —escuché a mi lado y me encontré con esa empleada. —acompáñeme, por favor.

—Claro. —me extrañé, pero de igual forma la seguí.

No sé, algo andará mal con el papeleo de seguro, es lo más fastidioso.

Llegamos a una puerta y me pidió pasar primero ingrese y al rededor de quince armas me apuntaron.

De primeras puse las palmas de mis manos detrás de mi cabeza, admito que sí me sorprendió.

« ¿Qué es esto? » pensé.

Uno de los oficiales se me acerco, el jefe se diría, y me sujeto las manos a mis espaldas.

—Sebastián Dark, queda usted detenido, por intento de fuga. —dice mientras me coloca las esposas.

« ¿Intento de qué ha dicho? ¿Fuga? » intenté creer que era un sueño, o una broma de muy mal gusto, pero no.

—Tiene derecho a guardar silencio, todo lo que diga podrá ser usado en su contra, tiene derecho a un abogado– y bla, bla, bla... Como si fuera la primera persona que me dice mis derechos, y con eso tampoco quiero decir que me hayan arredtado antes.

-Narra ______

Estaba en el departamento jugando videojuegos con Tim, Alex, Sara y Jason ya se habían marchado hace horas creo que habían dicho que para grabar un par de videos pero que tal vez pasarían en la tarde, mientras jugaba el videojuego llamaron a la puerta.

Dejé el juego y fui a ver, en verdad, no me esperaba esta sorpresa.

— ¿Olivia? —pregunté sorprendida a su visita. — ¿Amanda? —nuevamente estaba estupefacta.

—_____, necesito que me acompañes a la comisaría. —dijo la primera.

— ¿Cómo? —no entendía bien que hacían aquí.

—_____, encontraron a quién creen ser el culpable... —se acercó Amanda apoyando una mano en mi hombro, mientras hacía una mueca.

-Narra Sebastián (anteriormente como S.L.D. ó D.F.S.)

Bueno, al menos agradezco tener un amigo abogado...
Marqué el número en el teléfono, estaba incómodo gracias a aquellos dos oficiales armados a mis espaldas.

« Me siento como una hormiga... » pensé, tal vez no era incomodidad lo que tenía sino, miedo.

—vamos... Vamos, maldición, contesta. —dije con frustración al ver que no tomaba la llamada.