Atracción Peligrosa Parte 1

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El caso había empeorado, el patrón que tenían se comenzó a desmoronar con el cuerpo hallado en el bosque. Abbie estaba tan concentrada en este que dejó de lado la pelea que había tenido con Hawley y se la pasaba en la oficina la mayor parte del día, leyendo y releyendo toda la información que tenían del caso, sentía que algo se le estaba escapando, no sabía qué pero sentía que algo faltaba, algo que le daba sentido a los lugares que parecían elegidos al azar.

Nick por el contrario se enfrascó en las heridas cauterizadas, en la búsqueda del arma. Pasaba los días yendo y viniendo del laboratorio, apenas pasando por casa también. Sin embargo, al mismo tiempo hacía una búsqueda más... la de Ichabod Crane, pero al igual que la del caso, no estaba dando muchos resultados. Lo más cercano que encontró fue a un tal Thomas Crane, un profesor británico que estaba realizando un trabajo de la sociedad histórica o algo así.

Uno de esos días, ambos coincidieron en el archivo de la ciudad, Abbie buscaba algunos documentos acerca de batallas en el Sleppy Hollow de la guerra de independencia y Thomas tenía su cede en el edificio. Ambos iban tan metidos en sus telefonos que solo cuando sus manos chocaron el la puerta se dieron cuenta de la presencia del otro.

Abbie iba a disculparse con el hombre, pero al mirar hacia los ojos azules y el claro porte británico quedó helada. El joven, por otro lado, la miró extrañado.

- ¿Te encuentras bien? Parece que viste un fantasma - le dijo para llamar su atención.

- Sí, estoy bien... disculpa - rió un poco nerviosa.

- Tienes bonita risa, si me permites decirlo

- Gracias - le sonrió - Soy Abbie, Abbie Mills - le tendió la mano en saludo.

- Thomas, Thomas Crane, el nuevo historiador de la ciudad - le devolvió el gesto con una sonrisa - ¿pasas? - abrió la puerta.

- Seguro, gracias

Una vez dentro, Abbie le dijo a qué había ido al registro y Thomas amablemente se ofreció a auxiliarla en la investigación. Esa misma noche, cuando Abbie se lo comunicó a Nick, el rubio no estaba tan contento con ello, menos cuando Thomas demostró ser bastante útil cuando les dió la información de que, en realidad el patrón no había sido modificado, solo que ahora en lugar de lugares históricos conocidos, atacaba en campos de batallas menores de la lucha de independencia. Con esto mismo, Abbie y el profesor pasaban mucho tiempo juntos, tanto que en poco tiempo lograron forjar una amistad.

La cual, entre conversaciones en el archivo, cenas en la cafetería preferida de la morena y viajes a los distintos campos de batalla en el bosque, lentamente estaba mutando en algo más... lo cual Abbie quería, a partes iguales, detener y dejar fluir.

Por su parte, Thomas sabía que hacía mal al cortejar a una mujer casada, pero algo dentro de sí no podía evitar soltarle un halago o algún coqueteo camuflajeado de camaradería. Por más que lo intentaba, bueno, no quería realmente dejar de hacerlo. Los ligeros sonrojos, las sonrisas tiernas y los coqueteos leves hacían alterar a su corazón.

Un día, mientras volvían de un recorrido por el bosque, en un campo de batalla cerca del río, decidió dejarlo todo en claro con ella.

- Abbie, espera por favor - la tomo del brazo - hay algo, de lo que debemos hablar

- ¿Sucede algo Thomas?

- Es solo que yo... debo saber si todo lo que hemos pasado - comenzó, pero al sentirla tan cerca de sí estaba nublando su razón y antes de que alguno lo pensara. La besó.

Abbie primero no reaccionó, luego intentó apartarlo pero Thomas la abrazó por la cintura, acercándolos aún más y ella terminó por ceder, pasó sus brazos por la cintura de él y se puso de puntillas para que Thomas no se agachara tanto. Sus labios moviéndose al mismo ritmo e intensidad que los de él, con un anhelo que no creyó tener jamás por probar los labios de alguien. Cuando necesitaron aire se separaron un momento.

- Abbie... - murmuró él con cariño.

- Crane... - le respondió ella igual.

Al mirarlo, la imagen frente a sí estaba cambiada, sí, en esencia era Thomas pero su ropa y cabello estaban distintos. En lugar del cabello corto peinado hacia arriba y su conjunto de playera a rayas con pantalones de mezclilla y tenis, tenía el cabello hasta los hombros agarrado en una media coleta y ropa de la época que tanto le apasionaba estudiar: La Guerra de Independencia.

Se separó de él bruscamente, no creyendo lo que sus ojos le mostraban.

- ¿Teniente? - preguntó él con su acento británico más marcado que nunca, haciendo el amago de acercarse a ella.

- ¡No te muevas Crane! ¡Aléjate de mí! - cerró los ojos un momento y al abrirlos notó al Thomas de siempre mirándola entre asustado, arrepentido y extrañado.

- Abbie, perdona... no debía hacerlo, lo sé pero... no es para que reacciones así... lo lamento, en verdad - se disculpaba entre balbuceos.

- Tengo que irme - fue lo que dijo, ahora cayendo en cuenta de que había besado a un hombre que no era su marido - no me sigas, por favor.. yo... esto está mal

Comenzó a caminar hacia el lugar donde dejaron la camioneta pero antes de siquiera avanzar medio metro, la mano de Thomas la detuvo.

- Abbie...

- Basta Ichabod, tengo que irme... esto está mal - gritó al momento en que se soltaba y echaba a correr hacia la camioneta.

Thomas se quedó en el mismo lugar que lo dejara ella, con la mirada confundida fija en la dirección hacia la que había huido la morena.

- ¿Ichabod? - soltó confundido.


La vida sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora