Hey, Juliet. [Camren] |Pausada|

Capítulo III.

Confundida y asustada, estoy aterrada de ti. Admito que estoy dentro y fuera de mi mente. No oigas ninguna palabra que he dicho, solo escúchame antes de que escapes, pues no puedo aguantar este dolor.
Te odio, no me dejes.

•••

—¡Lolo! —Camila gritó y saltó a la espalda de Lauren, dejando un sonoro beso en su mejilla. La ojiverde solo pudo soltar una risita infantil y llevarla de caballito por los pasillos del instituto.

Dos semanas bastaron para que el par se volviera inseparable, siempre comportándose como niñas pequeñas, tomándose de las manos y dándose besos en las mejillas. También, se podía decir que ya todo el instituto sabía de la existencia de Camila y la historia de los Cabello y Jauregui, lo cual creó una fuerte fijación en todos los alumnos en la menor.

—¿Camz?

—¿Si? —Camila bajó de la espalda de Lauren, con una pequeña sonrisa en los labios.

—No me gustan los martes ni los miércoles a primera hora. —se quejó la ojiverde. —Porque tienes biología y yo tengo historia y no podemos estar juntas.

La sonrisa de castaña creció más.

—A mí tampoco me gustan. —confesó sonrojada. Se acercó y le dejó un suave beso en la mejilla. —Nos vemos a la segunda hora...

Lauren asintió y se fue mientras ella entraba al salón. Se sentó en el mismo lugar de siempre, a su lado, normalmente se sentaba aquella chica que había conocido unas semanas antes, Andreas. Sin embargo, antes de que sonara el timbre que indicaba el inicio de clases, llegó un chico y tomó el asiento.

—Hola, nena. —sonrío coqueto. —Soy Austin.

—Hola. —respondió Camila, mirándolo de reojo. —Disculpa, ahí se sienta mi compañera, Andreas, no creo que le guste que alguien tome su lugar.

—Oh, Camila, ¿no? —la castaña asintió —No creo que a tu amiguita le importe cambiarse de puesto por una clase.

—Ah, ¿no? ¿Qué te hace pensar eso? —preguntó de mala gana, la mayoría de los chicos le desgrasaban completamente, Austin no sería la excepción.

—Bueno... —el joven puso cara pensativa. —A nadie le importaría ceder el puesto para hacer pareja a la chica y al chico más guapos del instituto.

Camila casi quiere atragantarse de la risa, más dejó que sus labios formaran una pequeña curva.

—Oh, creo que estaría bien, pero... —Camila "meditó" sus palabras —no veo al chico más guapo del instituto sentándose a mi lado, una lastima.

Austin se levantó del puesto, completamente enojado y se sentó al final del salón.

—Esto no se va a quedar así.

•••

—¡Buenos días! —Lauren se sentó al lado de Dinah y Normani, sonriendo lo más que podía.

—Alguien anda muy de buenas... —susurró la morena con una sonrisa pícara.

—¿Estuviste con Daniel a primera hora? —sonrío Dinah igualmente. Lauren negó y rodó los ojos.