Capítulo VII.

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¿Por qué no puedo decir que estoy enamorada? Quiero gritarlo desde la cima. Desearía que fuéramos así, ¿por qué no podemos ser así?
Soy tuya.

•••

La noche empezaba. Lauren tenía de dejar en casa a Camila y Sofía, mas una parte de ella no quería.

—Lolo... —Camila la observó, algo agotada.

—Lo sé, vamos.

Se acercaron a Sofía, Camila vio que la pequeña niña estaba dormida, así que la cargo con cuidado y empezaron a retirarse de la playa. Ninguna notó la figura detrás suyo.

—Buenas noches, chicas. —dijo. —Soy Allison, pueden llamarme Ally, ¿son ustedes Camila Cabello y Lauren Jauregui?

Ambas asintieron nerviosas, sin saber como aquella mujer sabía sus nombres.

—¿En qué podemos ayudarte? —murmuró Lauren.

—Oh, no se asusten. —respondió la joven. —Mi padre fue abogado de los suyos. Quiero ayudarlas, créanme, hay muchos secretos en su familia.

—Ahora tenemos prisa. —comentó Camila, señalando a su hermana. —¿Nos podemos ver otro día, solo nosotras?

Ally asintió, con una sonrisa amable, les entregó una tarjeta y se fue sin más.

—Esto me da miedo. —dijo la pelinegra.

—Tenemos que saber la verdad.

El camino a casa fue silencioso. Sin embargo, nunca se separaron.

•••

La madre de Camila volvió ese lunes en la mañana, logró ver a sus hija antes de que estas fueran a su escuela, además de avisarles que se volvería a ir en un par de días, esa vez por una semana entera.

La rutina empezaba mal para la mayor.

Por otro lado, Lauren salió a duras penas de su casa. Se había quedado dormida.

—¿Crees que sea buena idea ver a Ally? —cuando ambas se vieron, fue lo único que salió de la boca de Lauren.

—Sí. —respondió la castaña un poco seca. No hablaron mucho en todo el día, no fue hasta la última hora en la que ambas se encontraban solas en los vestidores en la que Camila explotó en lágrimas. —No sabe cuando va a volver. Otra vez tengo que estar cuidando a Sofi y no es que me moleste, simplemente es triste porque yo tuve que criarla, ¡Lauren, me dijo "mamá" sin quererlo!

La mayor la tomó en sus brazos y se escondió junto a ella. Logró calmarla, entonces empezaron los besos suaves.

—Te ayudaré a cuidarla. —prometió. Camila la apretó más contra sí, sus labios se buscaban con desesperación y sus respiraciones se descontrolaron. Ambas se tocaban en busca de más. —No, cuidado... C-Camila...

—P-Perdón... —se separaron un poco brusco. —Nunca... Nunca me había sentido así.

Lauren rió ante la inocencia de su novia.

Hey, Juliet. [Camren] |Pausada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora