Capítulo V.

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Si estás fingiendo desde el principio, como lo haces, con un apretón y luego un beso, ¿puedo así reparar tu corazón? Yo podría olvidar todo lo que me dijiste. Y te puedo prestas las piezas rotas que pueden encajar, así, y te daré todo mi corazón, así podemos empezar todo otra vez.

•••

Una y otra vez se paseó un por su habitación.

¿Qué mierda he hecho? —se preguntó en silencio. Si bien, eran las diez y cuarenta minutos, no podía dejar descansar su mente. —Lauren no vendrá, supéralo.

Finalmente, se recostó en la cama agotada. Abrazó a sus pequeños peluches con fuerza y mordió su labio, aún una pequeña esperanza se albergaba en su corazón. Sabía que no debía hacer eso, que era estúpido sufrir por alguien, sin embargo, por más que su mente gritara eso, su corazón gritaba lo contrario.

Unos golpes a su ventana la aturdieron un poco. Pensó que serían las ramas del árbol de nuevo, mas los golpes eran insistentes.

—¿Lauren? —Camila se acercó a la ventana y se encontró con la mayor en una rama del árbol.

—Hace frío, ¿puedo pasar? —preguntó la ojiverde con una pequeña sonrisa en sus labios.

—C-claro... —respondió, dándole una maña para ayudarla a pasar. —Pensé que no vendrías...

—Tenía que venir, Camz. —dijo aproximándose. —¿Puedo abrazarte...?

No pudo decir nada cuando Camila ya estaba en sus brazos, sollozando sin control.

—Lo siento... —balbuceaba. —Fui una mierda, lo sé. Perdóname, Lolo. No volveré a hacerlo, solo me jodieron mucho y no supe cómo reaccionar. Lo siento.

—Hey, Camz... —Lauren levantó la cara de la pequeña. —Basta, ¿si? Está bien... —con eso la volvió a apretar entre sus brazos. —Te extrañé...

—Yo también te extrañé. —Un par de sonrisas se asomaron en ambos rostros. Lauren tomó a Camila de la mejilla y se acercó a sus labios. Los nervios destrozaron a la menor y se separó bruscamente. —No... —suspiró.

—Camz... —Lauren intentó acercarse de nuevo, un poco dolida ante el rechazo.

—¿Te gusto siquiera un poco? —preguntó asustada.

—No intentara besarte si no fuera así. —respondió la ojiverde.

—Es mi primer beso... —admitió.

—Lo sé.

—Lauren, quiero que mi primer beso me lo dé alguien que me ame. —Camila soltó una clase de gruñido. Dio vueltas por su habitación nerviosa, tratando de hallar una solución.

—¿Qué te hace pensar que no te amo? —comentó Lauren.

Silencio. Camila solo se quedó paralizada en una esquina. La mayor aprovechó para acercarse lentamente y tomar sus manos.

—Pruébalo. —murmuró Camila. —Pruébame que me amas.

Lauren rió con fuerzas y se tiró a la cama.

—¿Cómo hago eso si no soy buena con las palabras? —murmuró observando el techo. —Me gustas, Camila Cabello. —admitió en voz baja —¿Recuerdas la primera vez que nos vimos? Yo no, éramos muy pequeñas, creo que estamos juntas desde que nuestras madres tenían la panza enorme. Seguramente, mis primeras palabras fueron tu nombre y mis primeros pasos fueron tomando tus manos. Recuerdo todas las caídas y raspones que curé de tus rodillas... ¿Tú también lo recuerdas?

Hey, Juliet. [Camren] |Pausada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora