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Niall se encontraba distraído en clase de historia, no dejaba de pensar en el ojimiel.

Sus ojos, sus labios, sus pómulos, su linda, linda voz.

"Dios ¿cómo puede ser ta perfecto"

Sus mejillas se tornaron rojas, antes de que un chico rizado se posicionara frente a él.

-Niall, ya todos salieron

-¿Uh? Oh sí, perdón, no lo noté.

-No es nada ¿Quieres que te lleve a casa?

-Oh no, hoy iré a ver a mi padre al trabajo.

-Está bien.-Dice para luego dejar un beso en la mejilla del menor.

Minutos después el rubio llega con la esperanza de encontrarse a Zayn, pero no está.

Se aburria en esa enorme oficina, no había nada que hacer además de jugar en su móvil, sin embargo este vibró avisando un mensaje al mismo tiempo que el rubio pasaba de nivel.

"Nos vemos en la cena, princesa;)

-Zayn"

"¿De dónde saco mi número?"

Era ya tarde cuando los dos Horan regresaban a casa, pero para suerte de el rubio no tan tarde como para perderse la cena.

Niall vestía una pequeña faldita, y un suéter enorme que lo hacía parecer más adorable de lo que era. Agradecia eternamente haber llevado ropa de cambio, así Zayn no tendrá que verlo con ese horrible uniforme que hace que se vea "feo".

Fue corriendo emocionado hasta la entrada sin embargo tropezó con un escalón haciendo su "Entrada Triunfal" un vergüenza.

En especial al notar que el ojimiel lo veía con una sonrisa divertido para luego ofrecerle su mano y ayudarlo a levantarse.

Kiss me?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora