10:00 p.m.
—Te lo confesé todo, ¿por qué estás tan asustada?
—¿Por qué me mentiste en un principio?
—Distorsioné un poco la verdad, ya te lo dije.
—Mentiroso.
—Macky...
Me exalté, salí de mi fuerte de sábanas y volteé hacia la ventana.
«¡Las flores! No quiero que mis papás las vean tiradas al despertar.»
De un salto salí de la cama y corrí escaleras abajo.
—¡Macky! ¡Olvidaste ponerte zapatos! ¿Me estás ignorando?
Hice caso omiso.
El azulejo de las escaleras estaba tan frío y liso que me hizo resbalar. Por supuesto, At me atrapó en el acto y me sentó en un escalón.
—Macky, debes tener cuidado.
No pude sostenerle la mirada, su fuego azul me consumía por dentro... Era demasiado hermoso para ser verdad, demasiado perfecto para ser mío. Alguien como yo no pudo haberle dado vida a una maravilla como él.
Vean qué líneas más finas dibujaban su rostro, qué elegancia en cada uno de sus movimientos infantiles. Y qué melodía armoniosa, su voz.
—¿'Demonio', At?
—Amigo, Macky...
—¿Siempre lo supe?
—Creo que ya lo imaginabas.
—¿Son todos los demonios así de encantadores?
Negó con la cabeza.
—Seré bueno mientras tú me quieras.
—¿Aún así desaparecerás?
—Hay alguien parecido a mí que me obligará a regresar si no hay nada que me ate aquí. Y estoy decidido a quedarme, tienes que encadenarme a ti, por mi felicidad. Tomé el pacto del reino esp... mundo imaginario como aval para evadir a mi pa... —inspiró hondo—. A mi padre...
Antes dijo que me habló con la verdad sin mentir, pero que tartamudeara así me hacía pensar que había omitido suficientes detalles para protegerse a sí mismo. No le di importancia, pensar en que At podía tener familia me daba mucha curiosidad y me animaba, en cierta forma.
—¡¿Eh?! —emití un suspiro ruidoso—. ¡At, ¿tienes familia?!
—¡Shh! —me chitó.
—¡Santo Dios! ¿De verdad? ¡Tienes que contármelo tod...!
Para silenciarme, los labios de At presionaron los míos. Mantuve los ojos bien abiertos de la sorpresa, del toque, del gesto que no me atrevía a pensar que pasaría. Su fragancia envolvió mis sentidos, sentí en ella el bosque y la lluvia.
—Tú eres mi familia, Macky —sonrió—. Eres lo único que tengo, no te estoy mintiendo. ¿Comprendes?
Asentí sin parpadear, seguía en shock. Acarició mis labios con los suyos una vez más y mi corazón explotó por fin.
—Macky, ¿es esta la forma en la que te gusto?
El calor se apoderó de mi rostro, quise decirle que sí, que había soñado con este momento, pero eso me habría dado mucha vergüenza.
—Seré lo que tú quieras que sea, mientras seas clara conmigo.
Acortó distancias nuevamente con intenciones de besarme una tercera vez. Tampoco podía permitirle acostumbrarse y hacerlo a su antojo, sobre todo cuando la que no se acostumbraba era yo. Así que, como un robot, me puse de pie y él se alejó para permitírmelo; y bajé en modo automático las escaleras.

ESTÁS LEYENDO
At
Teen FictionYo tenía roto el corazón y no encontraba el motivo, hasta que lo vi y no pude reconocerlo... Él viene de 'ese' mundo poco conocido. Un amigo que confía en ti aun cuando un adulto cree que has perdido la cabeza. Pero si lo olvidas, desaparece. ©Todos...