-Susan Evans, 16 años, California-
Escote de 8 cm., falda lo suficientemente corta como para llamar la atención pero no tanto como para no dejar algo a la imaginación, una manzana en mi mano derecha, y una mesa vacía. Si, así son los días normalmente para mí en la escuela. al frente de mi, una mesa con dos chicos mirándome de la forma más asquerosa que he visto en toda mi vida, y hacia atrás tres chicas mirándome de una forma que seriamente me está llegando a asustar. Sí, nada nuevo para mi.
《Ring!》
De vuelta a clases, genial, al menos en clases sé que no podrán llegar a hacerme algo. Creo. Camino por los pasillos para dirigirme hacia mi casillero. Sin mencionar que atraigo todas las miradas de las personas a mi alrededor, (especialmente de los hombres).
La verdad es que hace menos de un mes yo solía ser invisible para todo el mundo,(especialmente para los chicos), Pero todo cambió con un simple rumor, bastante estúpido si lo piensas bien, pero así es la adolescencia: estúpida. Estúpida, rara y complicada(justo como yo).
¿no se suponía que la adolescencia era la mejor parte de la vida? Porque yo no la estoy pasando nada bien. De niña nunca me imaginé que sería como soy ahora. Pero, es lo que es, ¿o no?
Bueno, volviendo al rumor, todo comenzó hace más o menos un mes. Estaba en una fiesta a la que no fui invitada, pero que de todas formas fui, ya que de todos modos nadie nunca nota mi presencia(o no lo hacían) así que no abría algún problema. Ahí me encontré con un "amigo"(o algo así), mas bien conocido, quien tenía "estas" sospechas de que alguien supiera que es gay debido a su virginidad, y su muy reducido encuentro con chicas (lo cual aún me parece muy estúpido). Pues este chico, quien por cierto se llama Sam, me pidió que fingiera que tenía relaciones con él. En el momento que me lo dijo me rehúse de inmediato, pero luego prácticamente me suplicó diciéndome que era su último recurso(lo cual tal vez me dolió un poco), acepté cuando me pagó, me dijo que no sería gran cosa, así que acepté, no tenía nada más que hacer, y estaba segura que iba a hacer lo más interesante que vaya a hacer en mucho tiempo. Así que sí, fingí tener sexo con él en una de las habitaciones que habían en la casa. Gritando lo más fuerte que podía solo para llamar la atención de los demás. Gritando palabras obscenas y asiendo rechinar la cama, cuando en realidad solo saltábamos en la cama y reprimíamos nuestras risas para que no sospecharan.
Luego de esa noche todos en la escuela se enteraron que "tuve relaciones con Sam." Sam por su lado le contó a varios amigos de él sobre la mentira, y ellos solo por darse a conocer, venganza de un ex, o... no lo sé, solo para que creyeran que se acostaron con alguien, me pidieron que hiciera con ellos lo mismo que con Sam: fingir que me acosté con ellos. ¿por qué acepté? Por darme a conocer. Eso. Así de sencillo. Ya no ser invisible. Por fin ser alguien. Ser eso a lo que llaman "popular" o simplemente darme a conocer.
Y así fue como empezó todo este drama, empecé a vestirme de una manera diferente a la que solía hacerlo, de esa manera que se visten las personas a la que comúnmente etiquetan como "zorra", y a comportarme de un manera más ¿retadora? No lo sé, aún estoy en eso.
Rumores. Rumores y más rumores, eran (y son) lo único que son capaces de inventar las personas con tanta regularidad como respirar. La verdad es que existirían muchos más artistas si las personas ocuparan su tiempo y talento para inventar en escribir libros o canciones, en lugar de ocupar los inventaron rumores que pueden llegar a lastimar a las personas más de lo que todos pueden llegar a creer.
En todo este tiempo me he dado cuenta de varias cosas:
1- Las palabras dicen más que las acciones.
2- El precio de la popularidad es más alto del que pensaba.
3-Con el tiempo te conviertes en algo que nunca imaginas te, solo porque empiezas a creer que lo que las personas dicen de ti es más cierto que lo que tú crees que eres.
4-Las personas son una mierda.
5-Con el tiempo te puede llegar a importar más lo que crean personas que no conoces, que lo que tú misma creas de ti.
6-Algo tan simple como un rumor puede arruinar una adolescencia completa.Me gustaría que alguien o algo te advirtiera como es ser conocido(Muy conocido), o más bien simplemente estar rodeado de personas que te conozcan. Creo que el término adecuado es "ser parte de la sociedad".
Si. Ser parte de la sociedad. Pensar como se supone los demás deben de pesar, hacer las cosas que los demás consideren correctos, tener amigos, no ser diferente, etc. Ya saben, lo habitual. Pienso que una de las mejores cosas que podrían hacer las personas cuando alguien está a punto de hacerse parte de ella sería hacer un cartel que diga:
Bienvenido a la sociedad: te criticarán por tus gustos, y hasta por como vistes, y respiras. Disfrute su estadía.
No es como si me estuviera quejando, pero tampoco hubiera estado tan mal.
《Ring!》
SALIDA. la mejor pare del día. que si ya han pasado mas de seis horas sí, si no se han percatado, hablo mucho, creo que demasiado. o al menos eso dicen mis padres.
camino a través de los pasillos creyendo que estoy en una película de los 80, y todo mi escuadrón estuviera detrás mio mientras camino super cool con mi chaqueta de cuero y lentes oscuros, dirigiéndome a pelear contra la pandilla rival. creo que debería dejar de ver tantas películas ochenteras. si creo que me harían un bien.¿por donde iba?, ah si, camino con mucho estilo... a quien engaño. Camino sola por el pasillo atrayendo miradas y murmullos de los que van quedando a mi paso, y uno que otro insulto.
OH NO
Y ahí esta Alicia Keist, popular, rubia y puritana nivel Dios. tenía un novio pero...
Mis pensamientos se ven interrumpidos por un fuerte dolor en mi mejilla derecha y me doy cuenta que me acaba de golpear.
—Te voy a acabar perra— dice para darse la vuelta y dirigirse hacia un grupo de personas con carteles que dicen "echen a la perra" y mi cara en otros con una raya roja encima. todos gritaban que debían de expulsarme por atentar contra la moral de la escuela, y otras estupideces.
Me dirijo hacia mi casa tratando de contener las lágrimas que amenazan con salir. Nunca he llorado por esta clase cosas, incluso después de que me insultaran y juzgaran sin siquiera haberme conocido antes. No, no lloré antes, ni lo haré ahora. Tengo que ser fuerte con esta mierda.
Respiro hondo y entro a mi casa—hola enano— digo al pasar por la sala y encontrarme a mi hermano menor sobre el sofá mirando la tv, lo beso en la cabeza (amo a ese mocoso) y sigo caminando.
—Hola jirafa— dice sin despegar la mirada de la pantalla de la tv.
—¿dónde están mamá y papá?—
—En la cocina—
Subo las escaleras y me encierro en mi habitación. Entro al baño, me ducho, me quito el maquillaje, y la ropa "de zorra". Me visto con una pijama bastante holgada y bajo las escaleras.
—¡las palomitas casi están listas!— grita mi madre desde la cocina.
Me acomodo en el sofá junto a mi hermano, mientras mi padre elige la película que veremos hoy.
¿porqué las personas de la escuela no pueden ser tan tolerantes como ellos?
Ellos han oído los rumores, y aún así me apoyan. Aunque no creo que cuente ya que son mis padres, así que no son el mejor ejemplo.
—¿por qué siempre eres tú quien elige las películas— pregunta me hermano, Andrew por cierto.
—Porque el miembro de la semana elige la película— responde mi padre(Jorge)
—Aquí están las palomitas— dice mi madre(Amelia) llegando con un tazón de palomitas y acomodándose en el sofá junto a mí.
—Y ¿ por qué siempre eres tú el miembro de la semana?— pregunta Andrew a mi padre.
—porque sí— responde mi padre.— está es, "En busca de la felicidad", grandiosa película— enciende tv y empezamos a ver la película.
Asimilando las cosas que me ocurren usualmente y la forma en la que me comporto me doy cuenta que soy mucho más diferente en casa que en la escuela. No soy como ellos dicen que soy. No soy así.
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Siempre Finjo | #WSAwards
Non-Fiction"Somos quienes somos cuando nadie está mirando" Fingimos ser personas que en realidad no somos, solo para encajar. Cristhopher Collins, 17 años, Colorado: En realidad no me gustan las chicas, pero si lo confieso me rechazarán. Susan Evans, 16 años...