XIV. El Hotel.

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El despertador se activó anunciando el momento de levantarse para salir a la dichosa excursión, el rubio con pereza se levantó para ir al baño, luego de cepillarse los dientes, se puso su uniforme, bajó a desayunar encontrándose con su abuela y hermano tomando una taza de café con tostadas.
-¿Cómo amaneciste Niall?- preguntó Amanda viéndolo bajar las escaleras.
-Bien abuela- respondió sirviéndose café en una taza para sentarse con ellos. Luego de terminar el último sorbo de su café, salió seguido de Harry para ir a la escuela, no se hablaban en lo más mínimo, llegaron cruzando los pasillos mientras las jóvenes suspiraban al verlos pasar, se posaron al frente de la puerta de su salón y entraron.
-Estábamos esperándolos, pensaba que ya no vendrían.
-Lo siento- respondieron al unísono.
-Bueno, un aviso, después de llegar a Japón tomaremos un barco para arribar en la Isla Hokkaido, ahora tenemos que ir al aeropuerto, pero nada de caminar, pedí un transporte que debe de estar llegando, vamos a fuera a esperarlo- todos los alumnos le siguieron y esperaron por 20 minutos el trasporte, subieron acomodándose, como era de esperarse Harry se sentó al lado de Zayn, y Niall solo.

[...]

Después de llegar a Japón, tuvieron que tomar otro autobús para subir al dichoso barco que los llevaría hasta la isla, subieron y a los 15 minutos desembocaron en el puerto, los estudiantes bajaron seguido de su profesor, viendo el gran barco que los llevaría y al lado de este los esperaba alguien más.
-¡Chicos, buenos días!- exclamó un hombre de aspecto elegante y ojos azules, con los cuales cualquiera podría enamorarse de él.
-¡Buenos días, profesor Bomer!- respondieron todos alegremente.
-¿Matt, está todo preparado?- preguntó Simon saludando con un apretón de manos al joven profesor.
-Sí, no te preocupes Simon, ya podemos abordar- dijo y la mayoría de los alumnos sonrió.
El barco tenía el tamaño justo para la cantidad de estudiantes que eran, contaba con todo lo que uno se imaginara, era como un mini crucero, adentro se encontraban algunas mesas y sillas, donde el maestro les dijo que se acomodaran.
-El tiempo estimado en llegar serán tres horas, así que aprovechen a descansar, al fondo hay algunos cuartos, el que tenga hambre me sigue que yo voy para la cocina, y si quieren ver televisión vayan con Matt- todos se dividieron en ese momento dependiendo de sus gustos, el rubio estaba cansado, por lo que opto por ir a un cuarto, Harry y Zayn fueron con Simon al comedor junto con Chad, Liam, Josh, John, Louis y Gemma, por el otro lado, con Bomer, fueron Alan, Ellie, Lottie, Jack, Lindsay, Iván, Mickie, Fred, Hunter, Alex, Sophia, Maddie y los demás.

Niall era el único que se encontraba cansado, los demás aprovecharon para recorrer el lugar y salir a la cubierta para ver el océano que se les presentaba.

[...]

-Profesor Bomer ¿No lo había matado?- preguntó uno de los estudiantes.
-Al parecer revivió...
-Es imposible, si tenía veneno en todo su cuerpo- dijo otro.
-Pero poseía poderes especiales para sanar...
-Fred, ¿Entiendes algo?- pregunto la rubia.
-Mmm... más o menos, ¡pero el poder de la juventud en el personaje es increíble!- exclamo el pelinegro de manera heroica algo que hizo que Lottie sintiera pena ajena. Mientras ellos miraban la película, los otros habían terminado de comer y se dispersaron por todo el barco, Zayn salió afuera y se quedó mirando hacia el gran océano azul. Harry se quedó adentro conversando con sus compañeros. El pelinegro estaba aburrido, y el color azul de aquellas aguas lo hizo acordarse del rubio.
-¿Dónde estará Nialler?- se decidió a dar vueltas por si podía lidiar con él.

[...]

Niall se encontraba dormido desde un tiempo, pero despertó por síntomas de mareo, sí, el movimiento lo había hecho sentir mal, así que salió a prisa hacia el baño, luego se dio cuenta que no valía seguir durmiendo, faltaba una hora para llegar, así que terminó por ir detrás del barco, donde se recostó frente al paisaje oceánico.
El azabache seguía en su búsqueda por el rubio, y estando por rendirse recordó que no había revisado la parte trasera, por lo que se encamino allí. Finalmente encontró al rubio mirando hacia el mar, mientras él estaba a un costado detrás suyo.
-¿Qué haces aquí solo, Niall?- preguntó una vez que estuvo junto al ojiazul.
-Zayn... nada- el moreno se ubicó a su lado y empezaron a charlar de cosas sin sentido o eso parecía.
-¿Qué color te gusta?- pregunto Niall para iniciar una conversación.
-El azul- respondió el pelinegro- ¿Y a ti?
-El verde...
_¿Amas mucho a mi hermano?- Niall no quería preguntar eso, sólo salió de su boca sin pensarlo, en realidad no lo quería saber, el tenía la esperanza de que Zayn descubriera el engaño de Harry, además, sabía que la respuesta lo lastimaría.
-Sí, ¿por qué preguntas?- dijo sorprendido.
-Eh... por nada... ¿Cómo te imaginas en un futuro con él?- otra vez su boca traicionó a su voluntad.
-Supongo que si seguimos bien, nos casaremos...- respondió, él nunca había pensado en su futuro junto a Harry.
-Entiendo... espero que puedas ser feliz...- Niall ni siquiera trató de ocultar su tristeza, sólo se levantó de un salto y se fue a paso veloz dejando extrañado al azabache.
-¡Niall, espera!- gritó Zayn, pero Niall no se inmutó en detenerse y regresar, en lugar de eso, corrió y se encerró en el cuarto donde minutos antes había dormido, se miró al espejo del baño dándose cuenta de su estado.
-¡Soy patético! ¡Pregunto estupideces que me hacen mal! ¡Maldito estúpido!- tiraba su rabia contra sí mismo, se sentía muy miserable, tenía ganas de descargarse con algo, el espejo fue su mejor opción, golpeo su cabeza contra este fuertemente, los fragmentos se esparcieron por el suelo y el rubio cayó por el dolor. Zayn escuchó el sonido ya que venía siguiéndolo y rápidamente se adentró a la pequeña habitación, al no verlo entró al baño contemplando el acto de su compañero, de su cabeza empezó a emanar aquel líquido rojo.
-¡Niall! ¡¿Qué has hecho idiota?!- gritó alterado el moreno. Zayn lo tomó en sus brazos y lo acostó en la cama, estuvo a punto de ir a pedir ayuda, pero una mano lo detuvo.
-Zaynie... no digas nada...- susurraba abriendo lentamente sus ojos.
-Pero... ¡estas sangrando!
-Ya se me cerrará, sólo déjame- el moreno se acomodó al lado del rubio en una silla mirándolo con preocupación.
-Nialler... ¿Porqué?- preguntó, no se le ocurría otra cosa que decir.
-¿Qué cosa?
-¡No te hagas! ¡Tú te causaste ese daño!- dijo enfadado.
-¿Porqué debería preocuparte?- cuestionó desinteresado.
-Porque me importas, ¡no es suficiente eso!- Zayn no entendía a Niall para nada.
-¡No! ¡No lo es!- gritó el rubio. El azabache se quedó asombrado por su comportamiento- hablé de más... ¡Mierda!- pensó claramente después de meditar lo que había dicho- Zayn, perdona no quise gritarte...- dijo apenado.
-También es mi culpa, perdona, sólo... estaba preocupado por ti...- dijo con la mirada en el borde de la pequeña cama.
-Verás...- comenzó a hablar Niall tuve problemas de niño, cuando pasaba por situaciones angustiosas me causaba daño, sentía como si el dolor aliviara parte de mí- Niall nunca había contado esa parte de él, nadie la conocía, sólo su familia.
-¿Desde cuando te pasa?
-Desde que mi madre murió, me llevaron al psicólogo, estuve meses así, lo dejé con el tiempo pero... parece que volvió- finalizó con un semblante triste.
-¿Qué causó esto?
-No puedo decirte...- Niall desvió la mirada de la de Zayn, no quería que él descubriera sus sentimientos tan pronto.
-Eres un idiota, y como vamos a estar juntos no despegaré el ojo de ti, no quiero que lo vuelvas a hacer, ¿quedó claro?- afirmó Zayn, eso alegró un poco a Niall.
-¿Quién eres? ¿Mi padre?- preguntó con burla.
-No, pero si tu amigo.
-OK... Zaynie...- el rubio se levantó y se dirigió al baño para lavarse la herida, luego con Zayn limpiaron el desastre y salieron para ver a los otros.
-¿No te duele?- Zayn volvió a preguntar, algo que a Niall ya lo había estresado.
-Por décima vez, ¡no!- exclamó el rubio.
-¡Chicos, ya estamos llegando!- en efecto, el barco se detuvo y todos bajaron para presenciar la gran Isla Hokkaido.
-No se separen, ahora iremos al hotel- dijo el profesor Bomer.
El barco se retiró y todos emprendieron su caminata, sus miradas se detenían en una que otra tienda, las calles densamente pobladas, tiempo después de pasar un par de museos y negocios llegaron al hotel.
-Escuchen, antes de entrar tengo que entregarles unos números, se lo presentarán a la recepcionista y ella les dará el número de su habitación, ¿Simon tienes la planilla?- dijo Matt antes de entrar al hotel.
-Sí, toma.
-Muy bien, diré sus nombres y les daré su número, queda destacar que dormirán al azar con algún compañero- dijo antes de repartir los números.
-Sería demasiada casualidad que me tocará con Zaynie...- pensó Niall.
-Alex Russo...- comenzó a leer la lista que tenia entre sus manos, cabe destacar que estaba leyendo al azar, lo mismo que hacía al dar los numeros- Chad Lavigne- siguió nombrando hasta que todos obtuvieron sus números- Ahora entren y denle a la recepcionista los números, todo está pagado, el profesor Simon y yo tenemos que ocuparnos de lo de mañana.
-Está bien- entraron en grupo y formaron una fila para que los atendieran.
-Buenas tardes, en que puedo ayudarlos, jóvenes- dijo la joven recepcionista cuando vio al grupo de chicos adrcarse, ella ya había sido informada sobre esa excursión.
-Somos del instituto Booster, venimos por lo de una excursión- contestó Liam.
-A sí, ¿tienen sus números?- Liam le entregó el pequeño papel, la joven chequeó su computadora y le respondió- tu cuarto es el 124, ya están abiertas, sube las escaleras y guíate por los letreros de las puertas- dijo con una sonrisa.
-Gracias, los veo después chicos- se despidió y se dirigió a donde le había indicado la señorita, luego se acercó Gemma e hizo la misma acción.
-Tu cuarto es el 145- dijo y vio como se cerco Josh- el tuyo es el 123- Harry se acercó haciendo lo mismo que sus compañeros- 115- dijo simple, Niall se acercó después que su hermano, en su corazón tenía la pequeña esperanza de que a Zayn le tocara con él- 163- dijo y sonrió viendo sus azules ojos, algo que notó Zayn y dentro de él se encendió la llama de un sentimiento que no conocía.
-Gracias...- sonrió y se diomedia vuelta- luego los veo...- dijo el rubio. Subió las grandes escaleras pasando los pasillos que tenían una hermosa alfombra de terciopelo rojo, lámparas a cada lado de las puertas, empezó a pasar hasta ver cuál era la suya, después de haber recorrido bastante se topó con la suya, la abrió y quedó impresionado, valla que era lujosa, dos camas a ambos lados, en medio un mesita con lámpara y el baño en otro cuarto, la iluminación era perfecta, se tiró en el confortable colchón que tenía acolchado azul y cerró sus ojos para descansar- ¿Quién me tocará de compañero?- pensó y al instante el sonido de la puerta lo sacó de sus pensamientos, se levantó estando atento a quien entraba- No... no puede ser- Niall se sorprendió al ver quien entró- ¡Zayn!- exclamo con alegría, su más grande deseo se había cumplido, bueno no el más grande, el rubio sabía que Zayn jamás dejaría a su hermano.
-Ja, parece que nos tocó la misma habitación, que casualidad, en equipo y ahora de cuarto- el moreno se recostó en la cama izquierda destinado a descansar. El rubio hizo lo mismo cada uno en su mundo.
-Zayn...- dijo Niall para llamar su atención.
-¿Si?- preguntó viendo de reojo al ojiazul.
-¿No te parece extraño que nos toca siempre estar juntos?
-No me importa, Nialler, no me molesta tu compañía- ante esto el rubio se sonrojó.
-Como digas. Zaynie, más vale que no ronques- dijo Niall con una sonrisa burlona en sus labios.
-Yo no ronco... pero...- Zayn no quería decir su más grande secreto, pero tendría que hacerlo si no quería sufrir algún tipo de accidente.
-¿Qué?- Zayn había logrado robar por completo la atención de Niall.
-Soy sonámbulo...- finalmente lo dijo, pero tenía un leve rubor en sus mejillas.
-Oh genial, si piensas que estaré persiguiéndote a donde vayas, estás muy equivocado- Niall no se imaginó que el moreno fuera de ese tipo de personas, la verdad pensaba que era algún tipo de mito o leyenda.
-Je... Espero no causar problemas... jejeje...- Zayn comenzó a reír sin causa alguna, o bueno, sólo se había imaginado a Niall persiguiéndolo por los pasillos del hotel, tamándolo en brazos para regresar a su habitación y recostarlo en su cama.
-No te rías...- Niall se había imaginado lo mismo y descubrió la causa de la risa del moreno, rodó los ojos cuando vio que Zayn no tenía la intención de cesar con su estruendosa risa.

MellizosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora